lunes, 26 de abril de 2010

CLIMA AFECTIVO EN EL AULA

Este texto es fruto de una serie de entusiastas conversaciones que
sostuve, hace tiempo, con mi respetado colega y amigo Carlos Acevedo,
por tanto hay acá palabras suyas y mías. De antemano agradezco su
generosidad por permitirme traerlo, a este rincón, para compartirlo.
El foco es una vez más, encontrar algunas claves de apoyo a la labor
del profesor a través del abordaje de ciertos temas que consideramos
relevantes, por estar presentes en la cotidianeidad de la sala de
clases y en el interés de los investigadores en educación.
A modo de contexto cabe señalar que entre los años 1995–2000 se llevó
a cabo el Primer Estudio Internacional Comparado de la educación en
países de Latinoamérica y el Caribe. Este estudio fue encargado por la
UNESCO y dirigido por el Sociólogo (Chileno) Juan Casassus y entre sus
principales objetivos estaban:
- Conocer el Nivel (calidad) de la Educación en éstos países
- Conocer cuáles son las variables más importantes que están
influyendo (que presentan una correlación más directa) en los
aprendizajes y logros académicos.
Para alcanzar estos objetivos los investigadores realizaron la
medición en una muestra de 1509 establecimientos en los niveles de 3º
y 4º año básico, aplicando pruebas de lenguaje y matemáticas a un
número próximo a los 55.000 alumnos. Al mismo tiempo, se
administraron cuestionarios especialmente diseñados para obtener
antecedentes acerca de las condiciones bajo las cuales se ha producido
el aprendizaje. Los cuestionarios se aplicaron a estudiantes, padres,
maestros y Directores de los establecimientos educacionales.
Respecto del primer objetivo (conocer la calidad de la educación)
salvo Cuba, que evidenció altos niveles de aprendizaje y logro
académico, los restantes países obtuvieron pobres resultados.
Respecto al segundo objetivo (variables que influyen en el
aprendizaje) se puede señalar que resultaron ser de gran importancia
en los aprendizajes, las relaciones humanas que se producen en el
contexto educativo.
De esta forma las relaciones humanas positivas entre los distintos
actores de la escuela favorecen la obtención de mejores aprendizajes y
mayores logros académicos.

A continuación se expone una de las conclusiones más relevantes de la
investigación, la que dice relación con el plano psicológico que es
lejos el que más preponderancia tiene en el rendimiento de los
alumnos. Descubrimos que los niños que van a escuelas donde hay un
clima emocional positivo, en lenguaje obtuvieron 90 puntos más y en
matemáticas 115 puntos más, que aquellos alumnos que pertenecen a
escuelas donde no se da un clima escolar positivo; afirma el sociólogo
y agrega "nos encontramos con una variable nueva a la que llamamos el
clima emocional de la escuela. ¿Pero cómo se puede llegar a medir una
variable tan intangible como ésta? Para nosotros fueron tres las cosas
a considerar, que respondían a preguntas sobre qué tipos de relaciones
tienen los alumnos, si tienen buenos amigos, las relaciones con los
maestros y en ese caso si hay un clima favorable para el estudio, que
quiere decir que cuando quieran estudiar, puedan hacerlo", explica
Casassus.

Lamentablemente, es en este crucial punto donde, a juicio
del especialista radican las mayores fallas en el sistema educativo
actual. "Hablamos de una variable que recién empieza a estudiarse y
reconocerse, incluso en algunos estudios europeos. Por eso en unos
meses más publicaremos un nuevo libro donde este punto es el centro y
que se llamará probablemente Educación Emocional", adelanta el
especialista. Al referirse a este punto, el tema de lo que pasa al
interior de las escuelas es fundamental, y en ello, en la creación de
este clima favorable, los profesores son agentes imprescindibles.

Buscábamos, con Carlos, aportar con un apoyo práctico al profesor, a
través de la identificación de Factores, que a nuestro entender, son
constitutivos de la variable Clima Positivo en el Aula. Si bien
podríamos haber llegado a construir un extenso listado de elementos
presentes en la relación profesor-alumno, nos centramos en aquellos en
los que creemos que el profesor tiene posibilidades directas de
influir y mejorar; en su calidad de propuesta nuestra intención era
abrir espacios de conversación con docentes, permitiendo un
enriquecimiento interdisciplinario al análisis.

¿Qué es el clima afectivo positivo?
¿En qué situaciones concretas podríamos operacionalizarlo?

Bajar los niveles de ansiedad, capacidad para poder expresarse frente al grupo.

Es muy probable que en cada grupo curso exista un porcentaje no menor
de niños que producto de su experiencia en su núcleo familiar, o en su
trayectoria académica, NO haya obtenido las habilidades y competencias
necesarias para poder dar a conocer sus ideas frente a otras personas.
Estos niños pueden sentirse cohibidos frente a sus pares y su
profesor(a).

En ocasiones podemos observar a un adulto cercano al niño(a) que ha
detectado esta dificultad que él o ella presenta en su contacto
social, y se ven tentados a ponerle rápidamente en situaciones que,
aparentemente le ayudarían a superar dicha condición, de esta forma se
coloca al niño o niña en situaciones protagónicas frente a un grupo,
en la casa por ejemplo se le conmina a cantar frente a las visitas o a
recitar, en la escuela los intentos pueden ser que lea frente a su
curso; o que participe en un acto frente al resto de los alumnos etc.

Implementar medidas remediales como las mencionadas presenta escasas
posibilidades de llegar a obtener algún logro, no hay duda que subyace
una buena intención; pero podría llegar a ser incluso perjudicial por
lo súbita y amenazante que resulta la experiencia.

Sugerencias:

Tener presente que se está frente a un proceso; y no observaremos (en
la mayoría de los casos) cambios inmediatos, por tanto debemos
respetar los ritmos individuales; y por sobre todo ¡DEBEMOS
PERSEVERAR!

Apoyar al niño(a) en la correcta realización de tareas o actividades
individuales, tanto como grupales o colectivas, las primeras le
servirán, fundamentalmente para ir afianzando seguridad en si mismo e
irá desarrollando autonomía, las segundas le servirán para aplicar,
frente a otros, las destrezas o habilidades que ha ido incorporando en
el cumplimiento de las tareas individuales.

EVITAR (sistemáticamente) comparaciones sobre rendimiento o capacidad,
entre el niño con dificultad en su contacto social y el resto de sus
compañeros a través de alocuciones como: "siéntese con su compañero
para que le ayude, ya que a usted le cuesta mas".

RECUERDE que con las palabras que usamos "construimos realidades", por
tanto, podemos con ellas colorear para el niño un entorno lleno de
posibilidades de desarrollo; o un entorno infranqueable.

NO poner al niño(a) en situaciones en las que experimente, de manera
súbita, una sensación de escrutinio social, es decir, donde se sienta
que de un momento a otro pasó a ocupar el centro de la atención, las
miradas y la evaluación de todo el resto de las personas, en este
sentido es recomendable ir avanzando de manera gradual, por ejemplo:
leerán en grupos, luego por filas, para luego hacerlo de a cinco
niños, y luego en parejas, para llegar al final a la lectura
individual.

- Disminuir la sensación de amenaza frente a los compañeros y profesores.

Cuando no sabemos CÓMO decir las cosas o cuando tenemos TEMOR que
nuestras palabras o nuestro tono de voz o algún rasgo propio pueda ser
evaluado (y mal evaluado) por otro(s). Sentimos temor al grupo,
queremos in visibilizarnos, tratar de "pasar piola" (ojala a mí no me
pregunten). Nos pone nerviosos(as) que otros opinen
desfavorablemente de nuestro cometido. Esto nos pasa incluso a los
adultos en situaciones de contacto social, cuando no conocemos o no
sentimos total confianza con nuestros interactuantes.

¿Podemos imaginar como operan estos mecanismos en niños que están
comenzando su proceso formativo?.

Habitualmente se genera al interior de los cursos una pauta relacional
bastante recurrente, la que consiste en que un numero determinado de
alumnos es el que opina la mayoría de las veces, es el típico grupo
que: apenas se ha terminado de formular una pregunta al curso, ya
tienen su mano en el aire y están gritando la respuesta correcta. La
existencia de estos alumnos por cierto siempre resulta gratificante;
pero en aquellos que van observando que "nunca dan con la respuesta a
tiempo", comienza a desarrollarse una autoconceptualización de si
mismos como mas lentos o incapaces; y cuando esta situación se repite
a diario, se van sumando las comprobaciones de que se es así (mas
lento, mas incapaz que el resto), el hallazgo de estas comprobaciones
sutil; pero eficazmente va reforzando la imagen pobre y menguada que
se está construyendo a cerca de las propias aptitudes, capacidades y
conductas.

Sugerencias:

Estar sensibles a la aparición de los "alumnos invisibles" que no
hacen preguntas, que no responden y que no se aproximan confiadamente
a la figura del profesor o la profesora, ello con el fin de detectar
su motivo de postergación o aislamiento; y poder encontrar estrategias
de integración ajustadas a sus propias posibilidades.

Descartar que en el origen de la búsqueda de este "hacerse invisible"
por parte del niño o niña no se encuentren motivos ocasionados por
problemas orgánicos como deficiencias sensoriales (visión; oído etc),
dificultades fono articuladoras u otras.

Generar estrategias que faciliten nuevas dinámicas de participación
dentro del contexto de la clase, permitiendo la integración de todos,
esto es: pedir que se responda en parejas, por grupos, por orden
alfabético etc.

Establecer un vínculo con la familia del niño o niña a fin de aunar
criterios para un trabajo colaborativo y conjunto, en dicho vínculo
son de particular relevancia las confianzas recíprocas, las
expectativas, que tienen tanto el profesor como la familia, sobre los
avances del niño o niña, el ponerse de acuerdo en aspectos concretos
que serán reforzados tanto en la casa como en la escuela y el fijar
metas alcanzables y observables para luego fijar otras.


- La opinión del adulto como factor fundamental en la estructuración
de la personalidad del niño:

Hemos escuchado hablar de conceptos tales como: personalidad, imagen
de sí mismo o autoestima, pues bien, todos quienes participamos del
entorno mas inmediato del niño tenemos algo de responsabilidad en
cuestiones tan concretas como: la imagen de si que le estamos
devolviendo a través de nuestros comentarios sobre sus acciones
(aprobatorios o reprobatorios), a través de las palabras con que
calificamos sus actos, a través del interés o desinterés que
manifestamos frente a sus iniciativas, etc.

La imagen que cada persona se forma de sí misma está en directa
relación con la información que el entorno le entrega acerca de "como
se es". Son los otros quienes nos retroalimentan con información
como: eres "blanquito", eres "gordito", eres "pecoso", eres "enojón",
eres "inteligente", "amistoso", etc.

Sabemos que la personalidad se va construyendo como producto de
nuestra interacción con el medio donde crecemos y de nuestras
particulares experiencias (con personas, con lugares, con objetos,
etc.). Este proceso alcanza cierta estabilidad luego de la
adolescencia, es ahí cuando podemos decir que una persona ha
estructurado determinado "tipo" de personalidad.

LOS NIÑOS ESTÁN EN CONSTANTE CONSTRUCCIÓN DE SU PERSONALIDAD y los
adultos que interactuamos con ellos podemos ayudar a formar personas
que desarrollen plenamente sus capacidades y puedan vivir
integradamente con su comunidad.

Un consejillo práctico que nos puede servir es:

Rescatar las características positivas como una capacidad permanente:

Ej. ERES bueno(a) para escribir cuentos.
ERES muy rápido(a) para correr.
TIENES un muy buen sentido del humor.

Por contraste, es muy útil hacer referencia a las características
negativas confiriéndoles un grado más transitorio:

Ej. Parece que HOY amaneciste enojado(a)
Estás muy desordenado(a) ESTA tarde.
ESTÁS muy flojito(a) esta mañana

Manifestar al niño o niña nuestra incondicional aceptación a su
persona; pero no necesariamente a sus actos, esto es: señalarle
explícitamente que su falta o conducta la desaprobamos, pero confiamos
en él o ella y por eso puede contar con nosotros, así estaremos
entrando en un proceso que es de suma importancia en la vida futura de
cada niño (a), cual es el establecimiento de límites.

Mantener un criterio de proporcionalidad y prudencia al escoger las
palabras con que calificaremos los actos de los niños, ello tanto en
nuestras opiniones vertidas directamente a ellos como a sus padres o
apoderados. Hemos señalado que nuestras palabras crean realidades para
quienes nos oyen; y en el contexto escolar se da mucho que lo dicho
por el profesor o la profesora, sobre el niño es repetido una y otra
vez en el hogar: al contárselo al resto de la familia, a un vecino; o
a las visitas. De esta forma la calificación transmitida y repetida
una y otra vez irá cobrando un valor de realidad para todos los
integrantes del entorno mas cercano del niño o la niña; por eso es tan
importante la palabra o palabras escogidas, pensemos que estas pueden
ser: "ME DIO UNA RESPUESTA BRILLANTE", "TODO LO COMPRENDE
RÁPIDAMENTE"; o "tiene doble personalidad", "TIENE UN PROBLEMA PARA
APRENDER".

Aprender a saber dar respuestas, generar alternativas como posibles
soluciones y luego filtrar las mas viables.

Según rigurosos estudios internacionales en educación, existe un
importante grupo de niños en edad escolar que aprende a leer pero NO
APRENDE LEYENDO, vale decir no comprende lo que lee y sólo puede dar
respuesta por fragmentos aislados de lo que leyó. Es así como estos
niños pueden DAR RESPUESTA (en forma memorística y mecánica) pero NO
aprender realmente a SABER DAR RESPUESTA, vale decir poder entender y
dar sentido a la información con que se cuenta y con ella construir
una respuesta.

El saber dar respuestas corresponde a un concepto mas bien asociado a
un modelo cognitivo de aprendizaje, por lo tanto aquí están
involucrados factores internos de los niños como sus expectativas de
logro, su motivación, su capacidad de asociación e integración de
contenidos; y es por ello que debe existir un fuerte énfasis en la
significatividad de los aprendizajes.

El saber dar respuestas además nos sitúa frente a niños y niñas mas
generativos(as), mas autónomos, que utilizan de manera práctica
distintos tipos de pensamientos (de inteligencias), cabe subrayarse
que estamos aludiendo a una dimensión tanto intelectual como
emocional.


- Rescatar todas las opiniones y luego encausarlas.

Es de suma importancia poder estimular la participación de todos los
niños en la sala de clases, escuchar sus opiniones, que se atrevan a
contarnos su experiencia, conocer su voz, Que den su opinión!!!.
Esto en un primer momento es tanto o MÁS importante que el contenido
mismo de las respuestas. Primero debemos fortalecer la participación,
el diálogo y el encuentro entre los niños, Todos PUEDEN y DEBEN
participar, NO EXISTEN VERDADES mas válidas que otras cuando se trata
de expresarnos. Los niños tienen mucho que decir, ellos nos
transportan a un mundo donde el campo perceptivo es mucho mas profundo
y multidimensional, ellos nos conectan con ese otro que habita
dentro de nosotros y que a veces creemos perdido ¿ESCUCHEMOS?

No permitamos que se nos escape para siempre la capacidad de asombro
que ¡tan presente estaba durante nuestra propia niñez! Las propuestas
y respuestas que son capaces de generar los niños son muchas y de muy
rica diversidad, solo debemos estar mas alerta, mas sensibles a que
sus ideas sobrepasen el umbral de nuestra atención y ya estaremos
sorprendiéndonos. El científico chileno ,Héctor Croxato, se refiere a
la infancia como aquella época en la que "los acontecimientos nos
golpean", por ello es que resulta tan relevante estimular la
creatividad en las respuestas y estaremos posibilitando la emergencia
de científicos, matemáticos, poetas y en definitiva, profesionales con
vidas mas ricas, mas completas, mas realizadas.

- No subrayar lo "tonta" o "absurda" de nos puedan parecer algunas respuestas.

Cuando comentamos a un niño, tanto en casa como en la escuela:

NO (o peor aún NOOOOOOOO!!!!!)
ESTÁ MAL (o ¿de dónde sacaste eso?!!!!)
MALA, NO ES ASÍ (enséñele usted Céspedes!!!!)
EQUIVOCADO (¿por qué? Porque NO ES ASÍ!)
PÉSIMO (¿no estudió?!)

O cualquiera otra que se le parezca, estamos inhibiendo sus
iniciativas e intentos futuros de participación, le estamos mostrando
que no debe hablar, que hay otros que si darán con la respuesta
esperada, y que su posibilidad de participar probablemente deba
buscarla en otros ámbitos no lingüísticos. Es importante recordar que
a través del DIÁLOGO Y LA CONVERSACIÓN tenemos la posibilidad de
compartir experiencias, intercambiar información y contenidos, en suma
tenemos la oportunidad de APRENDER .


- Rescatar la importancia del juego.

¿Cómo anda actualmente nuestra capacidad de jugar?, ¿podría ser el
juego una herramienta eficaz de trabajo; y mas aún un puente
intergeneracional que nos contacte de mejor manera con nuestros
niños?.

Una de las actividades más entretenidas y gratificantes en sí misma es
el juego, a través de el juego tenemos la posibilidad de poner en
práctica diferentes habilidades, capacidades o destrezas y desarrollar
otras.

El juego social o en grupo nos ayuda a acercar las distancias, ensayar
roles, romper el hielo y conocernos con quienes nos rodean. El juego
en los adultos ayuda a perder el miedo al ridículo, a ser evaluados, a
mostrarnos serios e "inteligentes" en todo momento. Esta actividad nos
ayuda a contactarnos con nuestro propio mundo interior y poder acceder
al de los demás.

Los niños son capaces de incorporar al adulto en su juego, para ello
no es necesario sobre actuarse; o fingir que no se es adulto, se puede
actuar como moderador, ellos rápidamente naturalizarán este rol,
aunque sí debemos estar preparados para no frustrarnos cuando (por sus
propias dinámicas o funcionamiento interno) un grupo no nos permite
una fácil entrada. Cuando jugamos en grupo todos somos parte del
juego, todos importamos; Tenemos la posibilidad por unos minutos de
dejar de lado los roles que ocupamos a diario y que nos distinguen,
nos diferencian pero también nos distancian (nosotros ocupamos roles
pero los roles No somos nosotros, ya?).

Observemos los recreos, aunque a veces se produzcan peleas, No es tan
difícil advertir la capacidad que tienen los niños para asociarse
naturalmente en los juegos e intercambiar conocimientos que para ellos
resultan interesantes.

Sugerencias:

Revise introspectivamente su actual conceptualización del juego, su
valoración y sus actuales habilidades o destrezas para motivar y
convocar a un grupo de niños a jugar.

Defina claramente: los objetivos que desea alcanzar, las
características del grupo con que está interactuando, los contenidos
que trabajará, y los aprendizajes concretos que desea lograr instalar
en sus alumnos; para escoger de manera mas rigurosa él; o los juegos
mas pertinentes que utilizará.

Recoja de la experiencia de colegas; u otras fuentes, alternativas de
juegos con el fin de contar con un repertorio mas amplio de
posibilidades.
Indague desde los propios niños cuáles son sus áreas de interés, a
través de preguntas directas, de conversación y observación.

- Tener presente que estudiar no siempre es la opción mas atractiva
para los niños.

No es de extrañar que si preguntamos a los niños ¿Quieren estudiar o
salir a jugar al patio? La segunda alternativa sea la mas votada. A
los adultos también nos pasa (miramos el calendario para enterarnos de
los feriados y nos alegramos cuando tenemos días libres o nos podemos
retirar un poquito antes). Esto es natural incluso en países con
altos niveles de desarrollo económico y altos estándares educativos.
Un ejemplo de esto es Japón, donde los resultados en educación han
alcanzado niveles de excelencia (primer lugar en ciencias en los
estudios comparados), sin embargo cuando han sido consultados los
estudiantes acerca de su gusto por los estudios, 3 de cada 4
estudiantes comenta que estudiar no es la opción mas atractiva pero
aún así saben de los beneficios que les reporta asistir al colegio.

Sugerencias:

Planifique su clase de manera estratégica atendiendo al tiempo
promedio de concentración que usted ha podido observar que caracteriza
a sus alumnos; y a las actividades que han presentado (o podrían
presentar) mayor aceptación e interés para ellos.

Estimule en sus alumnos una sistematicidad en la asignación de tiempo
para el estudio y para otras actividades en su rutina diaria, para
ello una herramienta eficaz es el establecer una alianza de
colaboración con la familia del niño o niña, a fin de lograr que este
apoyo resulte mas efectivo y permanente.

Gratifique a sus alumnos (refuércelos) en aquellas ocasiones en las
que han trabajado un tiempo prolongado; y o han terminado su tarea o
actividad de buena forma, señáleles que está satisfecho, orgulloso o
muy contento (contenta) de el desempeño que han tenido, ínsteles a
seguir así, registre este logro en el libro de clases, comuníquelo a
los padres etc.


- Permitir el error, puesto que si sabemos utilizarlo a nuestro favor
puede ser una herramienta al momento de provocar aprendizajes.

La imaginación es mas importante que el conocimiento nos decía el
viejo Einstein. Es interesante conocer que grandes descubrimientos
(América por ejemplo) y grandes inventos son productos de errores y
experimentaciones (consultar a Thomas Alva Edison). Incluso tenemos
grandes teóricos y estudiosos que se han dedicado a investigar el
universo de posibilidades que permite conocer el acto de equivocarnos
(por ejemplo Paul Feyerabend).

Dejemos que nuestros niños se equivoquen, disfrutemos de nuestros
actos fallidos, aprendamos de nuestras equivocaciones, revisemos y
reconstruyamos paso a paso el camino que nos condujo al error, esta es
una de las formas divertidas y más potentes al momento de provocar
aprendizaje.

Asumamos que incluso nosotros mismos podemos cometer errores, aún
cuando nos hallamos preparado en aspectos técnicos y nuestras
intenciones sean las mejores respecto de nuestro trabajo con los
niños, la posibilidad de que en un momento determinado nos sintamos
evaluados; o derechamente criticados por uno de ellos está siempre
presente, en estos casos no debemos desestructurarnos, ni tampoco
enganchar emocionalmente como si se tratase de un asunto muy personal,
debemos mirar la situación con altura, desde nuestras competencias
profesionales; y por cierto con una adecuada dosis de humor para
revisar la situación, integrar el punto de vista del niño o niña y
tomar la actitud correcta que : nos deje conformes con nuestra
actuación, por una parte; y por otra, que sea ésta una instancia de
aprendizaje tanto para el niño como para nosotros.


- No existen respuestas necesariamente "incorrectas".

Es enriquecedor para la labor del docente y la formación de cada niño
poder aprender de los errores, conocer los procesos mentales que
llevaron al niño a una respuesta diferente a la que se espera. Poder
revisar con los mismos niños sus respuestas y que sean ellos mismos
quienes reflexionen en torno a ellas.

Sobre este punto debe tenerse particular cuidado con la forma en que
se acogen las respuestas que escapan notablemente del tema que se está
tratando, destaque todos los esfuerzos por encontrar una respuesta
correcta validando e integrando la diversidad de alternativas que los
niños ofrecen.

- Permitir, en ocasiones, que sean los propios niños quienes puedan
elegir de entre diferentes alternativas propuestas por el profesor,
los materiales y modalidades que se usarán para demostrar la
adquisición de contenidos, destrezas y/o habilidades propias de su
nivel educativo y etapa de desarrollo.

Cuando evaluamos, ¿Qué evaluamos? O tal vez debemos ir un poco más
atrás ¿Qué se entiende por evaluar? ¿Evaluar es medir, es estimar un
valor, es calificar, es cuantificar?
Sabemos que en los planes y programas de estudios para cada nivel
existen parámetros que de alguna forma nos rayan la cancha y nos
informan acerca de qué evaluar, estos son: Los OFT, CMO y más
específicamente cada una de las unidades para cada subsector del
aprendizaje.
Bueno, básicamente la evaluación tiene como objetivo principal, a
nuestro entender, la constatación, mediante testing, de la
adquisición de contenidos, vale decir, que el niño pueda evidenciar
logros en su aprendizaje. Ahora bien, nuestra propuesta es ampliar la
gama de posibilidad en cuanto a los métodos o instrumentos a utilizar
al momento de evaluar (existen más de 100 formas de evaluar el nivel
de aprendizaje distintas a la prueba tradicional), Debemos recordar
que lo importante acá es poder conocer acerca de los avances y
progresos que los niños presentan en determinadas asignaturas, conocer
los productos (logros) y los procesos, nuestra tarea es provocar
aprendizajes y NO sólo hacer más expertos o competentes a los niños en
la resolución de un tipo de prueba (la prueba típica).

Sugerencias:

Incorpore formas alternativas de evaluar, medir o evidenciar el
estado actual de los aprendizajes, para ello utilice recursos variados
que puedan activar las distintas áreas de interés de los niños y
niñas, por nombrar algunos: puzzles, juegos de palabras con los
conceptos claves, paneles, fichas creativas, manualidades, refranes,
rubricas, canciones, etc.

- Un auténtico acto poético (el humor como herramienta para lograr resultados

La psicóloga española Almudena García Matías se ha dedicado al estudio
de la risa y el sentido del humor como terapia y como una poderosa
herramienta para curarnos del estrés y poder llevar una vida más sana,
en Internet podemos acceder a su página y revisar algunos artículos
que esta autora ha publicado.

Resulta muy lamentable que comúnmente sea confundido el buen humor con
la falta de rigurosidad profesional. Muchas personas al verse
defraudados por un mal servicio, o derechamente al haber sido
estafados comentan con gran extrañeza "pero si se veía tan serio", en
el fondo quieren decir "se veía tan profesional, tan competente". El
buen humor no saca a nadie de su estatus, por el contrario engrandece.
Un buen sentido del humor nos ayuda a propiciar o mantener un clima
emocional positivo con quienes nos rodean, nos permite distendernos y
sentirnos más cómodos y relajados.

El humor nos da la posibilidad de una meta observación, de una
segunda mirada que puede servir de contraste, permitiéndonos acceder a
una perspectiva mas global de la situación.

De esta forma un buen sentido del humor no solo puede ser una efectiva
herramienta en nuestro contacto con nuestro entorno; sino que también
con nosotros mismos. El humor no nos saca del mundo de los adultos,
por el contrario nos permite una nueva mirada; y puede ser una gran
herramienta para curar nuestras viejas heridas.

Por otra parte, postulamos que el sentido del humor bien orientado
supone habilidades de tipo cognitivas o intelectivas, puesto que
requiere rapidez en el procesamiento de la información, agudeza
perceptiva, asociación de conceptos, uso de analogías, por nombrar
algunas. "El poder intelectual de un hombre, se mide por el humor que
es capaz de utilizar" (Friedrich Nietzsche)

Incentivemos el desarrollo de un sentido del humor inteligente que nos
ayude a la creación de nuevas relaciones entre los niños y su entorno.
Hagamos un pacto de amistad con el humor y perdamos el miedo a la
producción de nuevas formas de entender el desarrollo de nuestras
potencialidades.


- Incentivar a los alumnos a trabajar en distintos grupos,
fortaleciendo la integración con la totalidad de compañeros.

Cuando pensamos en educar todos sabemos que esto va mucho mas allá de
la entrega o transmisión de contenidos de orden técnico o teórico.
Cuando educamos estamos ayudando a la formación de personas únicas,
con sus propios rasgos y características (tanto físicas como,
cognitivas, afectivas, etc.), si consultamos el diccionario acerca del
concepto "educar" este nos señala: "Desarrollar o perfeccionar
facultades y aptitudes o capacidades (del niño o adolescente) para su
perfecta formación adulta".

Todos los niños y niñas tienen capacidades y aptitudes y un potencial
de desarrollo al que debemos saber sacar partido para obtener logros
en el aprendizaje. Ahora bien, NO todos los niños aprenden al mismo
ritmo ni de la misma forma, por tanto nuestra tarea es nivelarlos en
sus áreas más débiles y potenciar al máximo las capacidades en las que
destacan. La posibilidad de que los niños puedan interactuar en
diferentes grupos les permite complementar las propias capacidades y
aprender de la experiencia de sus pares, estos pueden actuar como
modelos activos en el proceso educativo.


Abordaje individual

De la misma forma en que es relevante apoyar y cautelar la dimensión
social de los niños y niñas, debemos preocuparnos por ser capaces de
generar espacios de encuentro con cada uno de ellos, en algunos casos,
simplemente, para felicitar o reforzar una conducta o actitud que
presentó; y en otros para prestarle un apoyo mas cercano frente a una
dificultad o alguna situación que hemos detectado como problemática o
conflictiva para él o ella.

Hablamos aquí de un espacio de encuentro cara a cara, con un debido
resguardo por un mínimo de privacidad, no todos los casos requieren un
período de tiempo prolongado de atención; pero en estos encuentros
debe sentir el niño o la niña, que su asunto ocupa el centro de
nuestra atención y que nuestra intención no es otra que la de ayudar.

Para estos espacios es recomendable: llamar al niño o niña por su
nombre, poner atención en el tono de nuestra voz, hacerle sentir que
su asunto ocupa el centro de nuestra atención (¡y que así sea!), que
nuestra postura física denote una cierta igualdad; para ello
intentemos que nuestro rostro esté a una altura semejante a la de él o
ella, si creemos que el asunto de que se trate, deberíamos
comentárselo a los padres; consultémosle su opinión, ello nos puede
entregar información complementaria como contexto.


Integrar la experiencia de ser niños a la clase.

Durante un tiempo relativamente proporcional al que los niños pasan en
la escuela, lo pasan en sus casas con familiares y amigos; y gran
parte de este tiempo lo gastan en jugar y ver tele, por tanto estas
son las fuentes experienciales de las que se nutren y con cuyas
bromas, temas, y modas llegan a la sala de clase.

En ocasiones el sistema educativo quisiera establecer un corte
ficticio entre estas dos realidades; pero en la práctica ello no
resulta.
Si bien los niños deben incorporar la noción de rol al participar del
sistema educativo, vale decir: desarrollar un repertorio conductual
apegado a las expectativas normadas de éste, creemos que existen
iniciativas y experiencias que son rescatables; y que son replicables
y hasta perfectibles, como la de acercar afectivamente estos dos
"mundos" por los que transitan los niños en su cotidianeidad
incorporando en el entorno de la sala de clase objetos simbólicos
significativos que conecten la vida escolar con la vida en la casa, la
población o barrio.
Un particular cuidado debe tenerse en cuenta al escoger dichos
objetos, dado que podríamos enfrentarnos a situaciones no deseadas
fruto del insaciable espíritu de juego que caracteriza a nuestros
niños, por ejemplo: si ponemos en un panel fotografías de la familia
de cada uno; alguien podría pintar bigotes o anteojos al rostro de el
papá o la mamá de otro, por ello es recomendable buscar en un comienzo
objetos mas neutrales, como una hoja de un árbol de tu calle, un
dibujo del lugar en que te gusta jugar, una ficha con los nombres de
las calles más cercanas a tu casa, etc.

En suma:
Participación, refuerzos sociales, dinámicas no amenazantes,
alternancia entre los protagonismos individuales y grupales,
delicadeza y prudencia en las palabras con que describimos (a los
demás y a nosotros mismos) la realidad que percibimos, el uso
didáctico del error, el buen humor, la generación de espacios
creativos, la innovación en las maneras de evaluar aprendizajes, el
uso pedagógico de actividades lúdicas, la fluidez de comunicación con
la familia de los estudiantes, integrar las vivencias y capitales
culturales que traen los y las estudiantes, la conexión e integración
de la propia historia personal en la vocación, así como el
autocuidado, parecen ser algunos de los muchos elementos o
ingredientes de la generación de un clima afectivo positivo en la sala
de clases.
Puede sonar algo complejo o inasible, porque al deconstruir un
fenómeno de pronto los elementos constitutivos se nos vienen enzima a
quemarropa. Pero al integrarse estos conceptos, de manera
significativa, a nuestras prácticas profesionales, se traducen en
formas naturales y espontáneas de hacer y pensar.
Cada párrafo de este artículo, abre un abanico de conversaciones
complementarias. En eso precisamente consiste la labor que
desarrollamos a diario frente a docentes, directivos, apoderados y
estudiantes; este es nuestro barco que navega por las procelosas pero
fascinantes aguas del devenir de la educación.

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