martes, 20 de agosto de 2013
NO SE PIERDE TIEMPO AL JUGAR
Definitivamente no.
¿El jugar les aporta algo positivo a nuestros hijos?
Definitivamente sí.
Una de las actividades más importantes que realiza el niño durante su
infancia es jugar. Una escuela que integrara el juego de manera
cotidiana y didáctica para llegar a sus alumnos se encontraría con una
potente herramienta de trabajo.
¿Podría abordarse el juego infantil de manera estratégica por parte de
los docentes para lograr aprendizajes más significativos?
El juego desarrolla elementos centrales como: percepción,
receptividad, habilita apertura para nuevos aprendizajes, por tanto
aplicado, con un criterio didáctico, a los niveles de párvulos, niños
y adolescentes, puede ser un factor que prepara para la educación más
formal o sistemática
El juego es visto como el primer lenguaje del niño, su manera de
acercarse por primera vez al mundo.
En los adultos, es una manera de ser creativos, una forma de soltar la
gravedad que le otorgamos a muchos asuntos, es expresar nuestras
emociones con liviandad, es, para muchos autores, una forma de
auto-sanación de nuestras heridas.
Según otras descripciones, es una de las acciones humanas con mayor
simbolismo, mayor sentido en las distintas etapas de nuestra vida, y
con mayor realización de carácter cultural.
¿En qué le puede ayudar el jugar a un bebé?
Esta etapa inicial es tan importante, posibilita universos de nuevas
acciones, porque cuando mueven sus manos, sus pies, su cabeza, están
tomando contacto con su entorno. Son juegos que están antes que el
lenguaje, son movimientos que se repiten por puro placer, pero que
permiten manejar mejor su cuerpo, organizar los espacios y divertirse.
Hace tiempo, un querido amigo me consultaba por maneras de estimular
mejor a su hija de 5 meses de edad; puede que al principio mi
respuesta le haya parecido algo simple, pero me remití a sugerirle
algunas cosas genéricas como músicas, colores, hablarle y cantarle y
además le recomendé disfrutar mucho de su reflejo de prensión, vale
decir: sentir como su dedo es firmemente apretado por la mano del
bebé. Él comprendió tenazmente mi intensión, cual es asombrarse con
cada etapa del desarrollo, acompañar desde un sentimiento de juego y
profundo amor desde los más básicos reflejos hasta conductas más
complejas.
Después de los dos años, aparece el juego simbólico. Ello significa
que los objetos del mundo ocupan un lugar en la mente del bebé, este
es un paso muy importante.
¿Y en qué le puede servir el juego a un niño que entrará a la escuela?
Entre los 4 y los 7 años aparece el juego de reglas. Los niños
aprenden a esperar turnos, a respetar al otro, a ponerse en el rol de
otro ¡¿que importante son estas 3 cosas en la escuela no?!
Aquí se desarrollan también cosas tan fundamentales como: su
motricidad (manejo de su cuerpo), su esquema corporal, el entender que
existe un espacio y un tiempo; y aprenden además a ejercitar ambos
lados de su cerebro.
A través del juego maduran funciones en el niño, con las cuales podrá
luego aprender a leer, a escribir y a realizar cálculos matemáticos.
¿Y cuando ya están en la escuela, no es el jugar una distracción?
Les facilita la socialización. Eso significa que podrán ponerse en el
lugar de otros, podrán aprender normas, valores, formas de
comportarse. Lograrán generar sentimientos de solidaridad, respeto y
colaboración a los demás. Con un juego, podemos enseñar a nuestros
niños que sus problemas los pueden resolver sin pelear, sin violencia
y respetando al otro.
Si entendemos que el juego es una función importante en nuestro
desarrollo, no buscaremos una hora para jugar; sino que incorporaremos
el juego en todas nuestras actividades, en nuestras clases, en las
cosas importantes y serias que queremos transmitir a nuestros niños.
PARA NUESTROS NIÑOS EL JUEGO ES ALGO SERIO
Si invitamos a un niño a jugar, no es necesario estarlo motivando todo
el tiempo. El juego es atractivo en sí mismo. Si enseñamos de manera
entretenida, permitiendo el error, lograremos nuestras metas bastante
más rápido.
¿Puede ser dañino el juego en algún momento?
El juego puede ser perjudicial, en aquellos casos en los que los niños
no aprenden a controlar sus impulsos, juegos que son muy violentos (en
máquinas, con objetos peligrosos o con golpes y gritos); o juegos en
los que los niños permanecen muchas horas sin que les aporte nada
(como las ahora populares maquinas traga monedas). En estos casos, al
igual que en muchos juegos de computador, el niño no aprende a
relacionarse con otros, no practica sus habilidades sociales.
OTRO RIESGO ES:
Cuando nos despreocupamos mucho tiempo y pasan horas sin que sepamos
dónde están, cuando no sabemos con quién o quiénes se encuentra
nuestro hijo o hija.
Hay numerosas sugerencias que podemos hacer a los padres respecto de
los juegos de sus hijos; pero nos remitiremos acá únicamente a revisar
algunas para profesores.
SUGERENCIAS PARA PROFESORES
A: Revise introspectivamente su actual conceptualización del juego, su
valoración y sus actuales habilidades o destrezas para motivar y
convocar a un grupo de niños a jugar.
B: Defina claramente: los objetivos que desea alcanzar, las
características del grupo con que está interactuando, los contenidos
que trabajará, y los aprendizajes concretos que desea lograr instalar
en sus alumnos; para escoger de manera más rigurosa él; o los juegos
más pertinentes que utilizará.
C: Recoja de la experiencia de colegas; u otras fuentes, alternativas
de juegos con el fin de contar con un repertorio más amplio de
posibilidades.
D: Indague desde los propios niños cuáles son sus áreas de interés, a
través de preguntas directas, de conversación y observación.
E: permita la risa, el humor, juegue con las ideas, supere el miedo al ridículo.
F: presente el trabajo como un juego instructivo, juegue con las
ideas, los conceptos; busque semejanzas, contradicciones, compare lo
incomparable.
G: proponga juegos mentales en los que los niños sigan razonando lo
visto en clases, pero en otros contextos.
Manipule el error creando confusiones, discrepancias, situaciones
quizás absurdas en las que los niños noten nítidamente que hay una
equivocación y una opción correcta.
Fuentes: Descubrir la creatividad. Francisco Menchen. Ed.Piramide. Madrid 1998.
Acevedo y Moncada Clima Afectivo Positivo En El Aula 2004 documento
Programa HPV
PS Rodrigo Moncada C.
Equipo Programa Habilidades Para la Vida
DAEM Quillota - JUNAEB
martes, 26 de febrero de 2013
PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA EN LA ESCUELA: EL DESAFÍO
debido bregar con el fenómeno de la baja asistencia a las reuniones o
convocatorias para apoderados.
Muchos actores del sistema educativo se ven tentados a dar
explicaciones que aparentemente describen el fenómeno y sus orígenes,
pero que en general dan cuenta de una mirada lineal, unicausal, que no
integra elementos sistémicos al análisis.
A partir de numerosas conversaciones con padres y educadores, intento
resumir acá algunas de las posibles principales maneras de cómo
fortalecer los vínculos entre estos fundamentales actores en la vida
estudiantil de los niños, con el fin de visualizar los espacios de
encuentro entre ambos como una importante instancia relacional, pero
también como una herramienta e instrumento cuya efectividad es
susceptible de ser mejorada con prácticas sistemáticas y conscientes
del proceso.
Hay acá también elementos extraídos de lecturas en la red y la
literatura sobre el tema.
1.- Facilitar que el profesor conozca mejor a su hijo:
Sus actividades favoritas, preferencias, historial médico, datos
relevantes como miedos o temores manifestados en el hogar.
El apoderado puede comentar brevemente contextos familiares que
otorguen al educador un mapa más nítido de lo que al niño le ocurre
cotidianamente; y así éste podrá actuar de manera mucho más
comprensiva al observar conductas, participación en clases e incluso
al evaluar aprendizajes.
No se trata de saturar con información, es entregar distinciones que
permitan que un niño sea visualizado en sus características propias de
entre un grupo numeroso.
2.- Ayudar al profesor con acciones desde el hogar:
En mi trabajo con docentes he podido advertir su cariño, entrega y
compromiso con sus estudiantes, sobre todo en los niveles más
iniciales, que es con los cuales me he relacionado principalmente.
Ellos dedican largas horas de sus tiempos personales y familiares para
investigar, leer y profundizar en particularidades que ven emerger en
sus salas.
Desean hacer bien su trabajo, impactar positivamente en esas vidas que
frente a sus ojos desfilan.
Por eso es que resulta relevante prestarles ayuda en lo que el
apoderado pueda, constituyendo un equipo efectivo con ellos.
¿Cómo hacerlo?
Preguntando, informándose sobre las estrategias empleadas en la sala
de clases, reforzándolas en el hogar.
Si tanto las familias como el profesor o profesora desean lo mejor
para los niños ¿Porqué no estar de acuerdo entonces?
Los profesores valoran mucho la actitud de un apoderado que se acerque
y les pida un consejo sobre cómo apoyar a sus hijos en casa; pero si
usted es apoderado y alguna vez lo hace, aplique las sugerencias
aunque no le resulten exitosos los primeros intentos, no se de por
vencido tan rápido.
Cuando algo se intenta solo un par de veces y no se persevera, es
fácil decir después desde la más profunda resignación: "¡el consejo
que me dieron ¡no sirve de nada!"".
O: "esta sugerencia es aplicable a los demás niños del planeta, no al mío".
He estado frente a muchos padres que señalan haber "hecho todo lo posible".
Y, desde el respeto que ello me merece, siempre aparece una mínima luz
ante la razonable duda:
¿han desplegado como familia y escuela TODOS sus recursos?
¿Está TODO lo humanamente posible hecho?
¿No serán éstas unas "frases candado" que cierran la conversación y
dan la sensación que vendrá algo inesperado y poderoso desde el
exterior a resolverlo todo mediante nomenclaturas inasibles para
quienes formamos el entorno cotidiano del niño?
Si asumimos nuevos compromisos de apoyo, nuevas coordinaciones, como
familia o con el profesor, comentémoslo al niño.
Hagámoslo participar de este plan, contémosle de nuestra voluntad de
apoyo y démosle un lugar importante en este "equipo de trabajo".
Si vemos progresos, digámoslo, a él y su profesor, celebremos el
avance en el camino.
3.- Mantener acordado siempre un canal de comunicación:
Busquemos la manera más fluida de estar comunicados con el profesor
de nuestro hijo, encontremos el canal que mas convenga a ambos, no
cierre la conversación, no permita que un tema se agrande
innecesariamente, cuente al profesor sus dudas sobre las tareas para
la casa. Talvez le acomodan mas las entrevistas personales, o quizás
a los dos les conviene enviarse notas en una libreta, al ir a buscar o
a dejar al niño a la escuela, por teléfono, o por correo electrónico,
etc. pónganse de acuerdo y ahorrarán tiempo y energías.
He visto asuntos muy simples o manejables tomar dimensiones
estratosféricas por no iniciar una conversación (posiblemente algo
incómoda) a tiempo.
4.- Cuidar un clima de cordialidad y buen humor:
En sus entrevistas formule preguntas, no acusaciones.
Cuando uno llega donde una persona a echarle la culpa de todo lo que
pasa, es seguro que él o ella solo se defenderá. La rabia y el mal
humor son contagiosos.
Es diferente decir: "estoy preocupada porque veo a mi hija un poco
estresada o sobrepasada con esa tarea que trajo el otro día", a decir
"¡es que usted da muchas tareas y que ni se entienden"!.
En el mismo sentido, si usted se entrevistará con el profesor, comente
a su hijo lo que piensa preguntar, no le haga sentirse nervioso o
preocupado sin justificación. Incluso podrían hacer juntos una lista
de lo que es importante conversar, puede incorporar sus dudas o
peticiones, las cosas que hasta ahora no había reconocido con
claridad.
Un buen humor no tiene que ver con bajar el perfil o ignorar lo que
pasa, es reconocer que la tarea de educar, es complicada a veces tanto
para los padres como para los profesores; y que siempre es posible
reinterpretar una situación en busca de mejoras.
5.- Resulta pertinente tener un registro escrito o bitácora:
Acá cobra particular valor aquello de "la memoria es frágil".
Anote sus dudas, las de su familia, las cosas que le preocupan del
contexto escolar de su hijo, también los logros que observa y luego
infórmelo al profesor.
Ello puede ayudar a tener claridad de las cosas concretas que se desea
consultar y jugará a favor de la efectividad de la entrevista, puesto
que puede anotar luego las sugerencias o acuerdos tomados con el
docente, y que serán abordados en la siguiente conversación.
6.- Si está dentro de sus posibilidades participe o colabore en el aula:
Se puede dar una relación distinta con la profesora participando en
algunos espacios o momentos acordados con ella, hay diversas tareas en
las que un apoderado puede aportar significativamente, por ejemplo: en
la creación de materiales, letreros, preparando espacios o accesorios
para una presentación, asistiéndola en el aula, marcando cuadernos.
En esas mismas instancias puede aprovechar de conocer a los demás
profesores de la escuela, puede conocer acciones o iniciativas que no
sabía que estaban funcionando en el establecimiento, descubrirá que
ocurren cosas que por lo general no nos cuentan los niños.
En las clases sí hay espacio para el aporte de los papás, imagine que
un día los niños tienen la oportunidad de conocer el trabajo de ese
apoderado que es mecánico, o del que trabaja en una panadería, o de la
mamá que pinta muy bien, o del papá que tiene una orquesta, etc. lo
pasarían muy bien y aprenderían de estos saberes.
7.- Desarrollar y poner en práctica nuestra asertividad:
Muy resumidamente podemos entender la asertividad en dos direcciones:
Como la posibilidad de defender lo que consideramos justo o que nos
pertenece, frente a los demás.
Y como la capacidad de reconocer aspectos positivos en el carácter o
desempeño de los demás.
Es esta segunda dirección la que queremos destacar para el contexto
que nos ocupa.
Un apoderado siempre puede destacar o puede comentar lo positivo que
observa del docente a cargo del curso de su hijo, proponiendo la
celebración, por ejemplo, de fechas importantes como el día del
profesor o el cumpleaños de éste.
por una cuestión cultural probablemente, nos hemos acostumbrado a no
decirle nada a la gente aunque encontremos que su trabajo lo hace
bien. Incluso a veces nos cuesta reconocer y demostrar nuestro cariño
por alguien. Para un profesor es muy motivante saber que un niño ha
progresado gracias a su labor, que ahora sabe sumar, o leer y que hay
una familia que lo agradece.
8.- Otros aportes:
Podemos tomar la iniciativa, como apoderados, aportándole al docente
con materiales de audio o video, informaciones, textos que encontremos
y que consideremos serían pertinentes para ser trabajados en clases o
reuniones de padres.
Mas arriba hemos comentado sobre los muchos tiempos personales que
cada profesor dedica para leer o actualizarse, por tanto siempre será
oportuno que le ahorremos horas de tener que buscar recursos de este
tipo.
Y más aún, si nuestro hijo o hija tiene alguna particularidad (de
salud, física u otra) y tenemos informativos que permiten prestar
apoyos más efectivos, pues compartámoslos y beneficiémosnos todos.
9.- En el caso de tener hijos con necesidades educativas especiales:
Es importante que el apoderado se informe sobre sus deberes y
derechos, variantes del currículo, las evaluaciones diferenciadas. De
igual forma es relevante que conozca personalmente el equipo de
profesionales del programa de integración que trabaja en su escuela y
las posibilidades de apoyo que le pueden entregar a usted y su
familia.
En suma:
El contacto entre apoderados y profesor resulta ser una variable
central en el aumento de los logros académicos de los estudiantes.
La calidad de las conversaciones y coordinaciones que se sostienen
entre padres y docentes, permiten ahorrar tiempos, evitarse malos
ratos, atender cada asunto en su momento sin que se acumulen y se
confundan.
Las conversaciones deben apuntar a acciones concretas, con plazos
breves de evaluación; y maneras recíprocas de retroalimentación.
Debemos mostrar a nuestros niños que sí nos interesa su proceso
educativo, que no nos fastidia tener que concurrir a las reuniones,
que valoramos la labor de los profesores; solo con nuestro ejemplo
lograremos hacerles sentir cercanos al colegio y partícipes de su
proceso.
jueves, 29 de abril de 2010
AGRESIVIDAD EN LA ESCUELA
conducta intencional que produce daño físico a objetos o personas; y
que además puede generar daño psicológico a otros.
Ahora, no podemos pensar ni proponernos como objetivo erradicar del
todo la agresividad, pues ella es un componente encriptado en nuestro
ADN y además, cuando está bien orientada, permite cuestiones como:
liderar procesos grupales, proponer cambios en sistemas poco
funcionales, hacer declaraciones trascendentes en la vida como decir
"no" o "¡basta!" a esta rutina que no me hace bien, posibilita la
osadía y el espíritu investigativo que luego deviene en creaciones,
inventos, innovación. En otras palabras, no debe estigmatizarse
radicalmente la agresividad pues ella también permite la generación de
movimientos a nivel personal y social. La meta sería entonces llegar
a conductas asertivas, la pasividad absoluta no es recomendable.
La Asertividad podríamos entenderla acá, como la capacidad de
comunicar a los demás de manera prudente, cuando algo no nos parece, o
no nos resulta agradable, ni adecuado. También hay otra forma de
entenderla, en términos de: saber reconocer elementos positivos que se
observan o advierten en otras personas, "eres puntual, no te cuesta
hablar en público, explicas con claridad".
TIPOS
Se distinguen, en la literatura, 2 tipos de agresividad: Instrumental y Hostil.
Instrumental: orientada a conseguir objetos, beneficios de los adultos
o aprobación de otros, motivada por el incentivo.
Hostil: orientada a hacer un daño emocional a otros, motivada por el
enojo; puede darse como daño directo a cosas o personas, o en un
impedir que otro logre algo.
ORIGEN:
No hay acuerdo ni conclusión definitiva, se han dado en el tiempo
explicaciones biológicas y sociales.
Biológicas: la agresividad es innata, la tenemos como especie
(atribución activa)
Social: se reacciona agresivamente frente a la frustración (atribución pasiva)
En la temprana infancia (hasta los 4 años) su presencia no tendría
porqué extrañarnos, es absolutamente normal; de mantenerse o existir
brotes, en etapas posteriores y con recurrencia, podríamos estar
hablando de trastornos. En los niños tiende a darse más que en las
niñas; se ha investigado además que Los niños tienden a privilegiar la
agresión física, mientras que las niñas la verbal.
LA AGRESIVIDAD SE APRENDE:
Por modelamiento: imitando conductas, repitiendo lo observado.
Por refuerzo: porque se logra lo deseado mediante su uso.
Si retamos, castigamos con agresividad y logramos tranquilizar a los
niños mediante nuestro descontrol, estamos enseñando un modelo
agresivo, estamos reforzando que las cosas se logran por esa vía. Si
les gritamos para que no griten a otros; o les pegamos para que no
peguen, ¡algo anda mal ahí!.
Pero ¿qué ganancias obtienen los niños con su agresividad? ¿qué
refuerza que la sigan usando?
Veamos algunas posibilidades:
Logran conseguir rápidamente lo que están pidiendo o exigiendo.
Alejan a otros niños o personas adultas que sienten que les molestan.
Logran que los propios adultos respalden sus exigencias, para evitar
episodios de malas caras y rabietas que puedan resultar vergonzosas,
por ejemplo cuando están de visita en otra casa.
Obtienen atención del entorno (tendemos a atender poco lo positivo por
considerarlo como lo normal, lo esperable).
Logran popularidad entre pares.
Y, si se me permite la auto referencia… Recuerdo que una mañana a los
12 años, entrando a mi colegio, sin razón alguna un compañero de otro
curso se viene encima desafiándome a pelear. Recuerdo que sentí mucho
nerviosismo, sentí en aquel momento que mucho preámbulo me jugaría en
contra, él tenía su cierta fama en esos lances, así que le respondí de
inmediato con un golpe que le hizo caer dentro de una jardinera… los
gritos de júbilo no se hicieron esperar, vinieron de todas partes, me
estrecharon la mano decenas de muchachos que jamás había tenido
ocasión de conocer. En mi caso guardo este recuerdo con cierto pudor
endilgado, pero no me parecería extraño que más de algún niño o niña,
pueda verse tentado o conminado a buscar mantener viva y actualizada
esa sensación de aparente popularidad, admiración y respeto de los
demás, situación que lleva aparejada inevitablemente, una escalada,
una gradualidad creciente, la necesidad de mostrar que se llega cada
vez más lejos, que se requieren logros más impresionantes para superar
los umbrales del insaciable asombro del grupo que observa y teme, pero
que exige en paralelo que la hoguera sea cada vez más alta, que no se
apague.
AUMENTA LA AGRESIVIDAD CUANDO:
La familia mantiene rutinas hostiles, autoritarias, de descontrol
emocional y de ánimos alterados.
La familia fluctúa frecuentemente entre el trato cariñoso y el
descontrol emocional al enseñar disciplina.
Se desautorizan los adultos con estilos disciplinarios contradictorios.
Se permiten la agresión y faltas de respeto en las discusiones.
Se combate la agresión con agresión.
Se aprueban logros que el niño obtuvo mediante agresiones.
Se castiga y no se muestran soluciones alternativas o las conductas deseadas.
Se castiga la agresión en casa, pero se aprueba en otros ambientes
(escuela o calle).
Se maneja un repertorio de frases o ideas que desacreditan la
resolución no agresiva de conflictos.
Se naturalizan juegos físicos o dinámicas comunicacionales cargadas de
agresividad encubierta.
Se ignoran las buenas conductas por considerarlas naturales u obvias.
SOBRE LAS ENTREVISTAS CON NIÑOS O SUS ADULTOS CERCANOS
Al entrevistarse con la familia de un niño o niña que ha tenido de
manera sostenida conductas agresivas, deben tenerse en cuenta ciertas
claves que sólo enunciaré acá, pero que forman parte del trabajo
sistemático que desarrollamos con docentes y actores del quehacer
educativo de la ciudad de Quillota.
1: la entrevista es para: indagar contextos familiares, biológicos,
emocionales; y deben filtrarse de ella detalles anecdóticos de barrio
que pueden confundir más que aportar.
2: Motivar y levantar expectativas de solución, si solo hacemos un
glosario de acusaciones tendremos como resultado, un niño agresivo y
una familia con desesperanza y angustia; siempre debe haber una
posibilidad de salida, una intención de encontrar, en conjunto, nuevos
caminos por recorrer.
3: Entregar información útil que informe a la familia sobre su caso en
concreto y sobre el fenómeno en general, artículos, reportajes,
dípticos aportados por los distintos programas que llegan a la
escuela, el primer paso para trabajar juntos es manejar cierto nivel
de información que nos permita hablar en los mismos términos.
4. Averiguar sobre ambientes en los que el niño desarrolla otras
conductas más positivas, ello nos puede abrir rendijas de luz, pueden
aparecer personas cercanas a él o ella con las cuales establecer
alianzas, intentar estrategias nuevas.
5: Diseñar un plan estratégico de acción, con etapas, flujos de
informaciones, metas, alternativas de acciones, colaboraciones entre
sistemas en los que se desenvuelve el niño, y todo ello con objetivos
realistas y en plazos de evaluación breves.
6: Estar atentos a la formulación de preguntas adecuadas, que abran la
conversación y que nos permitan generar espacios de colaboración y no
de antagonismos.
lunes, 26 de abril de 2010
CLIMA AFECTIVO EN EL AULA
sostuve, hace tiempo, con mi respetado colega y amigo Carlos Acevedo,
por tanto hay acá palabras suyas y mías. De antemano agradezco su
generosidad por permitirme traerlo, a este rincón, para compartirlo.
El foco es una vez más, encontrar algunas claves de apoyo a la labor
del profesor a través del abordaje de ciertos temas que consideramos
relevantes, por estar presentes en la cotidianeidad de la sala de
clases y en el interés de los investigadores en educación.
A modo de contexto cabe señalar que entre los años 1995–2000 se llevó
a cabo el Primer Estudio Internacional Comparado de la educación en
países de Latinoamérica y el Caribe. Este estudio fue encargado por la
UNESCO y dirigido por el Sociólogo (Chileno) Juan Casassus y entre sus
principales objetivos estaban:
- Conocer el Nivel (calidad) de la Educación en éstos países
- Conocer cuáles son las variables más importantes que están
influyendo (que presentan una correlación más directa) en los
aprendizajes y logros académicos.
Para alcanzar estos objetivos los investigadores realizaron la
medición en una muestra de 1509 establecimientos en los niveles de 3º
y 4º año básico, aplicando pruebas de lenguaje y matemáticas a un
número próximo a los 55.000 alumnos. Al mismo tiempo, se
administraron cuestionarios especialmente diseñados para obtener
antecedentes acerca de las condiciones bajo las cuales se ha producido
el aprendizaje. Los cuestionarios se aplicaron a estudiantes, padres,
maestros y Directores de los establecimientos educacionales.
Respecto del primer objetivo (conocer la calidad de la educación)
salvo Cuba, que evidenció altos niveles de aprendizaje y logro
académico, los restantes países obtuvieron pobres resultados.
Respecto al segundo objetivo (variables que influyen en el
aprendizaje) se puede señalar que resultaron ser de gran importancia
en los aprendizajes, las relaciones humanas que se producen en el
contexto educativo.
De esta forma las relaciones humanas positivas entre los distintos
actores de la escuela favorecen la obtención de mejores aprendizajes y
mayores logros académicos.
A continuación se expone una de las conclusiones más relevantes de la
investigación, la que dice relación con el plano psicológico que es
lejos el que más preponderancia tiene en el rendimiento de los
alumnos. Descubrimos que los niños que van a escuelas donde hay un
clima emocional positivo, en lenguaje obtuvieron 90 puntos más y en
matemáticas 115 puntos más, que aquellos alumnos que pertenecen a
escuelas donde no se da un clima escolar positivo; afirma el sociólogo
y agrega "nos encontramos con una variable nueva a la que llamamos el
clima emocional de la escuela. ¿Pero cómo se puede llegar a medir una
variable tan intangible como ésta? Para nosotros fueron tres las cosas
a considerar, que respondían a preguntas sobre qué tipos de relaciones
tienen los alumnos, si tienen buenos amigos, las relaciones con los
maestros y en ese caso si hay un clima favorable para el estudio, que
quiere decir que cuando quieran estudiar, puedan hacerlo", explica
Casassus.
Lamentablemente, es en este crucial punto donde, a juicio
del especialista radican las mayores fallas en el sistema educativo
actual. "Hablamos de una variable que recién empieza a estudiarse y
reconocerse, incluso en algunos estudios europeos. Por eso en unos
meses más publicaremos un nuevo libro donde este punto es el centro y
que se llamará probablemente Educación Emocional", adelanta el
especialista. Al referirse a este punto, el tema de lo que pasa al
interior de las escuelas es fundamental, y en ello, en la creación de
este clima favorable, los profesores son agentes imprescindibles.
Buscábamos, con Carlos, aportar con un apoyo práctico al profesor, a
través de la identificación de Factores, que a nuestro entender, son
constitutivos de la variable Clima Positivo en el Aula. Si bien
podríamos haber llegado a construir un extenso listado de elementos
presentes en la relación profesor-alumno, nos centramos en aquellos en
los que creemos que el profesor tiene posibilidades directas de
influir y mejorar; en su calidad de propuesta nuestra intención era
abrir espacios de conversación con docentes, permitiendo un
enriquecimiento interdisciplinario al análisis.
¿Qué es el clima afectivo positivo?
¿En qué situaciones concretas podríamos operacionalizarlo?
Bajar los niveles de ansiedad, capacidad para poder expresarse frente al grupo.
Es muy probable que en cada grupo curso exista un porcentaje no menor
de niños que producto de su experiencia en su núcleo familiar, o en su
trayectoria académica, NO haya obtenido las habilidades y competencias
necesarias para poder dar a conocer sus ideas frente a otras personas.
Estos niños pueden sentirse cohibidos frente a sus pares y su
profesor(a).
En ocasiones podemos observar a un adulto cercano al niño(a) que ha
detectado esta dificultad que él o ella presenta en su contacto
social, y se ven tentados a ponerle rápidamente en situaciones que,
aparentemente le ayudarían a superar dicha condición, de esta forma se
coloca al niño o niña en situaciones protagónicas frente a un grupo,
en la casa por ejemplo se le conmina a cantar frente a las visitas o a
recitar, en la escuela los intentos pueden ser que lea frente a su
curso; o que participe en un acto frente al resto de los alumnos etc.
Implementar medidas remediales como las mencionadas presenta escasas
posibilidades de llegar a obtener algún logro, no hay duda que subyace
una buena intención; pero podría llegar a ser incluso perjudicial por
lo súbita y amenazante que resulta la experiencia.
Sugerencias:
Tener presente que se está frente a un proceso; y no observaremos (en
la mayoría de los casos) cambios inmediatos, por tanto debemos
respetar los ritmos individuales; y por sobre todo ¡DEBEMOS
PERSEVERAR!
Apoyar al niño(a) en la correcta realización de tareas o actividades
individuales, tanto como grupales o colectivas, las primeras le
servirán, fundamentalmente para ir afianzando seguridad en si mismo e
irá desarrollando autonomía, las segundas le servirán para aplicar,
frente a otros, las destrezas o habilidades que ha ido incorporando en
el cumplimiento de las tareas individuales.
EVITAR (sistemáticamente) comparaciones sobre rendimiento o capacidad,
entre el niño con dificultad en su contacto social y el resto de sus
compañeros a través de alocuciones como: "siéntese con su compañero
para que le ayude, ya que a usted le cuesta mas".
RECUERDE que con las palabras que usamos "construimos realidades", por
tanto, podemos con ellas colorear para el niño un entorno lleno de
posibilidades de desarrollo; o un entorno infranqueable.
NO poner al niño(a) en situaciones en las que experimente, de manera
súbita, una sensación de escrutinio social, es decir, donde se sienta
que de un momento a otro pasó a ocupar el centro de la atención, las
miradas y la evaluación de todo el resto de las personas, en este
sentido es recomendable ir avanzando de manera gradual, por ejemplo:
leerán en grupos, luego por filas, para luego hacerlo de a cinco
niños, y luego en parejas, para llegar al final a la lectura
individual.
- Disminuir la sensación de amenaza frente a los compañeros y profesores.
Cuando no sabemos CÓMO decir las cosas o cuando tenemos TEMOR que
nuestras palabras o nuestro tono de voz o algún rasgo propio pueda ser
evaluado (y mal evaluado) por otro(s). Sentimos temor al grupo,
queremos in visibilizarnos, tratar de "pasar piola" (ojala a mí no me
pregunten). Nos pone nerviosos(as) que otros opinen
desfavorablemente de nuestro cometido. Esto nos pasa incluso a los
adultos en situaciones de contacto social, cuando no conocemos o no
sentimos total confianza con nuestros interactuantes.
¿Podemos imaginar como operan estos mecanismos en niños que están
comenzando su proceso formativo?.
Habitualmente se genera al interior de los cursos una pauta relacional
bastante recurrente, la que consiste en que un numero determinado de
alumnos es el que opina la mayoría de las veces, es el típico grupo
que: apenas se ha terminado de formular una pregunta al curso, ya
tienen su mano en el aire y están gritando la respuesta correcta. La
existencia de estos alumnos por cierto siempre resulta gratificante;
pero en aquellos que van observando que "nunca dan con la respuesta a
tiempo", comienza a desarrollarse una autoconceptualización de si
mismos como mas lentos o incapaces; y cuando esta situación se repite
a diario, se van sumando las comprobaciones de que se es así (mas
lento, mas incapaz que el resto), el hallazgo de estas comprobaciones
sutil; pero eficazmente va reforzando la imagen pobre y menguada que
se está construyendo a cerca de las propias aptitudes, capacidades y
conductas.
Sugerencias:
Estar sensibles a la aparición de los "alumnos invisibles" que no
hacen preguntas, que no responden y que no se aproximan confiadamente
a la figura del profesor o la profesora, ello con el fin de detectar
su motivo de postergación o aislamiento; y poder encontrar estrategias
de integración ajustadas a sus propias posibilidades.
Descartar que en el origen de la búsqueda de este "hacerse invisible"
por parte del niño o niña no se encuentren motivos ocasionados por
problemas orgánicos como deficiencias sensoriales (visión; oído etc),
dificultades fono articuladoras u otras.
Generar estrategias que faciliten nuevas dinámicas de participación
dentro del contexto de la clase, permitiendo la integración de todos,
esto es: pedir que se responda en parejas, por grupos, por orden
alfabético etc.
Establecer un vínculo con la familia del niño o niña a fin de aunar
criterios para un trabajo colaborativo y conjunto, en dicho vínculo
son de particular relevancia las confianzas recíprocas, las
expectativas, que tienen tanto el profesor como la familia, sobre los
avances del niño o niña, el ponerse de acuerdo en aspectos concretos
que serán reforzados tanto en la casa como en la escuela y el fijar
metas alcanzables y observables para luego fijar otras.
- La opinión del adulto como factor fundamental en la estructuración
de la personalidad del niño:
Hemos escuchado hablar de conceptos tales como: personalidad, imagen
de sí mismo o autoestima, pues bien, todos quienes participamos del
entorno mas inmediato del niño tenemos algo de responsabilidad en
cuestiones tan concretas como: la imagen de si que le estamos
devolviendo a través de nuestros comentarios sobre sus acciones
(aprobatorios o reprobatorios), a través de las palabras con que
calificamos sus actos, a través del interés o desinterés que
manifestamos frente a sus iniciativas, etc.
La imagen que cada persona se forma de sí misma está en directa
relación con la información que el entorno le entrega acerca de "como
se es". Son los otros quienes nos retroalimentan con información
como: eres "blanquito", eres "gordito", eres "pecoso", eres "enojón",
eres "inteligente", "amistoso", etc.
Sabemos que la personalidad se va construyendo como producto de
nuestra interacción con el medio donde crecemos y de nuestras
particulares experiencias (con personas, con lugares, con objetos,
etc.). Este proceso alcanza cierta estabilidad luego de la
adolescencia, es ahí cuando podemos decir que una persona ha
estructurado determinado "tipo" de personalidad.
LOS NIÑOS ESTÁN EN CONSTANTE CONSTRUCCIÓN DE SU PERSONALIDAD y los
adultos que interactuamos con ellos podemos ayudar a formar personas
que desarrollen plenamente sus capacidades y puedan vivir
integradamente con su comunidad.
Un consejillo práctico que nos puede servir es:
Rescatar las características positivas como una capacidad permanente:
Ej. ERES bueno(a) para escribir cuentos.
ERES muy rápido(a) para correr.
TIENES un muy buen sentido del humor.
Por contraste, es muy útil hacer referencia a las características
negativas confiriéndoles un grado más transitorio:
Ej. Parece que HOY amaneciste enojado(a)
Estás muy desordenado(a) ESTA tarde.
ESTÁS muy flojito(a) esta mañana
Manifestar al niño o niña nuestra incondicional aceptación a su
persona; pero no necesariamente a sus actos, esto es: señalarle
explícitamente que su falta o conducta la desaprobamos, pero confiamos
en él o ella y por eso puede contar con nosotros, así estaremos
entrando en un proceso que es de suma importancia en la vida futura de
cada niño (a), cual es el establecimiento de límites.
Mantener un criterio de proporcionalidad y prudencia al escoger las
palabras con que calificaremos los actos de los niños, ello tanto en
nuestras opiniones vertidas directamente a ellos como a sus padres o
apoderados. Hemos señalado que nuestras palabras crean realidades para
quienes nos oyen; y en el contexto escolar se da mucho que lo dicho
por el profesor o la profesora, sobre el niño es repetido una y otra
vez en el hogar: al contárselo al resto de la familia, a un vecino; o
a las visitas. De esta forma la calificación transmitida y repetida
una y otra vez irá cobrando un valor de realidad para todos los
integrantes del entorno mas cercano del niño o la niña; por eso es tan
importante la palabra o palabras escogidas, pensemos que estas pueden
ser: "ME DIO UNA RESPUESTA BRILLANTE", "TODO LO COMPRENDE
RÁPIDAMENTE"; o "tiene doble personalidad", "TIENE UN PROBLEMA PARA
APRENDER".
Aprender a saber dar respuestas, generar alternativas como posibles
soluciones y luego filtrar las mas viables.
Según rigurosos estudios internacionales en educación, existe un
importante grupo de niños en edad escolar que aprende a leer pero NO
APRENDE LEYENDO, vale decir no comprende lo que lee y sólo puede dar
respuesta por fragmentos aislados de lo que leyó. Es así como estos
niños pueden DAR RESPUESTA (en forma memorística y mecánica) pero NO
aprender realmente a SABER DAR RESPUESTA, vale decir poder entender y
dar sentido a la información con que se cuenta y con ella construir
una respuesta.
El saber dar respuestas corresponde a un concepto mas bien asociado a
un modelo cognitivo de aprendizaje, por lo tanto aquí están
involucrados factores internos de los niños como sus expectativas de
logro, su motivación, su capacidad de asociación e integración de
contenidos; y es por ello que debe existir un fuerte énfasis en la
significatividad de los aprendizajes.
El saber dar respuestas además nos sitúa frente a niños y niñas mas
generativos(as), mas autónomos, que utilizan de manera práctica
distintos tipos de pensamientos (de inteligencias), cabe subrayarse
que estamos aludiendo a una dimensión tanto intelectual como
emocional.
- Rescatar todas las opiniones y luego encausarlas.
Es de suma importancia poder estimular la participación de todos los
niños en la sala de clases, escuchar sus opiniones, que se atrevan a
contarnos su experiencia, conocer su voz, Que den su opinión!!!.
Esto en un primer momento es tanto o MÁS importante que el contenido
mismo de las respuestas. Primero debemos fortalecer la participación,
el diálogo y el encuentro entre los niños, Todos PUEDEN y DEBEN
participar, NO EXISTEN VERDADES mas válidas que otras cuando se trata
de expresarnos. Los niños tienen mucho que decir, ellos nos
transportan a un mundo donde el campo perceptivo es mucho mas profundo
y multidimensional, ellos nos conectan con ese otro que habita
dentro de nosotros y que a veces creemos perdido ¿ESCUCHEMOS?
No permitamos que se nos escape para siempre la capacidad de asombro
que ¡tan presente estaba durante nuestra propia niñez! Las propuestas
y respuestas que son capaces de generar los niños son muchas y de muy
rica diversidad, solo debemos estar mas alerta, mas sensibles a que
sus ideas sobrepasen el umbral de nuestra atención y ya estaremos
sorprendiéndonos. El científico chileno ,Héctor Croxato, se refiere a
la infancia como aquella época en la que "los acontecimientos nos
golpean", por ello es que resulta tan relevante estimular la
creatividad en las respuestas y estaremos posibilitando la emergencia
de científicos, matemáticos, poetas y en definitiva, profesionales con
vidas mas ricas, mas completas, mas realizadas.
- No subrayar lo "tonta" o "absurda" de nos puedan parecer algunas respuestas.
Cuando comentamos a un niño, tanto en casa como en la escuela:
NO (o peor aún NOOOOOOOO!!!!!)
ESTÁ MAL (o ¿de dónde sacaste eso?!!!!)
MALA, NO ES ASÍ (enséñele usted Céspedes!!!!)
EQUIVOCADO (¿por qué? Porque NO ES ASÍ!)
PÉSIMO (¿no estudió?!)
O cualquiera otra que se le parezca, estamos inhibiendo sus
iniciativas e intentos futuros de participación, le estamos mostrando
que no debe hablar, que hay otros que si darán con la respuesta
esperada, y que su posibilidad de participar probablemente deba
buscarla en otros ámbitos no lingüísticos. Es importante recordar que
a través del DIÁLOGO Y LA CONVERSACIÓN tenemos la posibilidad de
compartir experiencias, intercambiar información y contenidos, en suma
tenemos la oportunidad de APRENDER .
- Rescatar la importancia del juego.
¿Cómo anda actualmente nuestra capacidad de jugar?, ¿podría ser el
juego una herramienta eficaz de trabajo; y mas aún un puente
intergeneracional que nos contacte de mejor manera con nuestros
niños?.
Una de las actividades más entretenidas y gratificantes en sí misma es
el juego, a través de el juego tenemos la posibilidad de poner en
práctica diferentes habilidades, capacidades o destrezas y desarrollar
otras.
El juego social o en grupo nos ayuda a acercar las distancias, ensayar
roles, romper el hielo y conocernos con quienes nos rodean. El juego
en los adultos ayuda a perder el miedo al ridículo, a ser evaluados, a
mostrarnos serios e "inteligentes" en todo momento. Esta actividad nos
ayuda a contactarnos con nuestro propio mundo interior y poder acceder
al de los demás.
Los niños son capaces de incorporar al adulto en su juego, para ello
no es necesario sobre actuarse; o fingir que no se es adulto, se puede
actuar como moderador, ellos rápidamente naturalizarán este rol,
aunque sí debemos estar preparados para no frustrarnos cuando (por sus
propias dinámicas o funcionamiento interno) un grupo no nos permite
una fácil entrada. Cuando jugamos en grupo todos somos parte del
juego, todos importamos; Tenemos la posibilidad por unos minutos de
dejar de lado los roles que ocupamos a diario y que nos distinguen,
nos diferencian pero también nos distancian (nosotros ocupamos roles
pero los roles No somos nosotros, ya?).
Observemos los recreos, aunque a veces se produzcan peleas, No es tan
difícil advertir la capacidad que tienen los niños para asociarse
naturalmente en los juegos e intercambiar conocimientos que para ellos
resultan interesantes.
Sugerencias:
Revise introspectivamente su actual conceptualización del juego, su
valoración y sus actuales habilidades o destrezas para motivar y
convocar a un grupo de niños a jugar.
Defina claramente: los objetivos que desea alcanzar, las
características del grupo con que está interactuando, los contenidos
que trabajará, y los aprendizajes concretos que desea lograr instalar
en sus alumnos; para escoger de manera mas rigurosa él; o los juegos
mas pertinentes que utilizará.
Recoja de la experiencia de colegas; u otras fuentes, alternativas de
juegos con el fin de contar con un repertorio mas amplio de
posibilidades.
Indague desde los propios niños cuáles son sus áreas de interés, a
través de preguntas directas, de conversación y observación.
- Tener presente que estudiar no siempre es la opción mas atractiva
para los niños.
No es de extrañar que si preguntamos a los niños ¿Quieren estudiar o
salir a jugar al patio? La segunda alternativa sea la mas votada. A
los adultos también nos pasa (miramos el calendario para enterarnos de
los feriados y nos alegramos cuando tenemos días libres o nos podemos
retirar un poquito antes). Esto es natural incluso en países con
altos niveles de desarrollo económico y altos estándares educativos.
Un ejemplo de esto es Japón, donde los resultados en educación han
alcanzado niveles de excelencia (primer lugar en ciencias en los
estudios comparados), sin embargo cuando han sido consultados los
estudiantes acerca de su gusto por los estudios, 3 de cada 4
estudiantes comenta que estudiar no es la opción mas atractiva pero
aún así saben de los beneficios que les reporta asistir al colegio.
Sugerencias:
Planifique su clase de manera estratégica atendiendo al tiempo
promedio de concentración que usted ha podido observar que caracteriza
a sus alumnos; y a las actividades que han presentado (o podrían
presentar) mayor aceptación e interés para ellos.
Estimule en sus alumnos una sistematicidad en la asignación de tiempo
para el estudio y para otras actividades en su rutina diaria, para
ello una herramienta eficaz es el establecer una alianza de
colaboración con la familia del niño o niña, a fin de lograr que este
apoyo resulte mas efectivo y permanente.
Gratifique a sus alumnos (refuércelos) en aquellas ocasiones en las
que han trabajado un tiempo prolongado; y o han terminado su tarea o
actividad de buena forma, señáleles que está satisfecho, orgulloso o
muy contento (contenta) de el desempeño que han tenido, ínsteles a
seguir así, registre este logro en el libro de clases, comuníquelo a
los padres etc.
- Permitir el error, puesto que si sabemos utilizarlo a nuestro favor
puede ser una herramienta al momento de provocar aprendizajes.
La imaginación es mas importante que el conocimiento nos decía el
viejo Einstein. Es interesante conocer que grandes descubrimientos
(América por ejemplo) y grandes inventos son productos de errores y
experimentaciones (consultar a Thomas Alva Edison). Incluso tenemos
grandes teóricos y estudiosos que se han dedicado a investigar el
universo de posibilidades que permite conocer el acto de equivocarnos
(por ejemplo Paul Feyerabend).
Dejemos que nuestros niños se equivoquen, disfrutemos de nuestros
actos fallidos, aprendamos de nuestras equivocaciones, revisemos y
reconstruyamos paso a paso el camino que nos condujo al error, esta es
una de las formas divertidas y más potentes al momento de provocar
aprendizaje.
Asumamos que incluso nosotros mismos podemos cometer errores, aún
cuando nos hallamos preparado en aspectos técnicos y nuestras
intenciones sean las mejores respecto de nuestro trabajo con los
niños, la posibilidad de que en un momento determinado nos sintamos
evaluados; o derechamente criticados por uno de ellos está siempre
presente, en estos casos no debemos desestructurarnos, ni tampoco
enganchar emocionalmente como si se tratase de un asunto muy personal,
debemos mirar la situación con altura, desde nuestras competencias
profesionales; y por cierto con una adecuada dosis de humor para
revisar la situación, integrar el punto de vista del niño o niña y
tomar la actitud correcta que : nos deje conformes con nuestra
actuación, por una parte; y por otra, que sea ésta una instancia de
aprendizaje tanto para el niño como para nosotros.
- No existen respuestas necesariamente "incorrectas".
Es enriquecedor para la labor del docente y la formación de cada niño
poder aprender de los errores, conocer los procesos mentales que
llevaron al niño a una respuesta diferente a la que se espera. Poder
revisar con los mismos niños sus respuestas y que sean ellos mismos
quienes reflexionen en torno a ellas.
Sobre este punto debe tenerse particular cuidado con la forma en que
se acogen las respuestas que escapan notablemente del tema que se está
tratando, destaque todos los esfuerzos por encontrar una respuesta
correcta validando e integrando la diversidad de alternativas que los
niños ofrecen.
- Permitir, en ocasiones, que sean los propios niños quienes puedan
elegir de entre diferentes alternativas propuestas por el profesor,
los materiales y modalidades que se usarán para demostrar la
adquisición de contenidos, destrezas y/o habilidades propias de su
nivel educativo y etapa de desarrollo.
Cuando evaluamos, ¿Qué evaluamos? O tal vez debemos ir un poco más
atrás ¿Qué se entiende por evaluar? ¿Evaluar es medir, es estimar un
valor, es calificar, es cuantificar?
Sabemos que en los planes y programas de estudios para cada nivel
existen parámetros que de alguna forma nos rayan la cancha y nos
informan acerca de qué evaluar, estos son: Los OFT, CMO y más
específicamente cada una de las unidades para cada subsector del
aprendizaje.
Bueno, básicamente la evaluación tiene como objetivo principal, a
nuestro entender, la constatación, mediante testing, de la
adquisición de contenidos, vale decir, que el niño pueda evidenciar
logros en su aprendizaje. Ahora bien, nuestra propuesta es ampliar la
gama de posibilidad en cuanto a los métodos o instrumentos a utilizar
al momento de evaluar (existen más de 100 formas de evaluar el nivel
de aprendizaje distintas a la prueba tradicional), Debemos recordar
que lo importante acá es poder conocer acerca de los avances y
progresos que los niños presentan en determinadas asignaturas, conocer
los productos (logros) y los procesos, nuestra tarea es provocar
aprendizajes y NO sólo hacer más expertos o competentes a los niños en
la resolución de un tipo de prueba (la prueba típica).
Sugerencias:
Incorpore formas alternativas de evaluar, medir o evidenciar el
estado actual de los aprendizajes, para ello utilice recursos variados
que puedan activar las distintas áreas de interés de los niños y
niñas, por nombrar algunos: puzzles, juegos de palabras con los
conceptos claves, paneles, fichas creativas, manualidades, refranes,
rubricas, canciones, etc.
- Un auténtico acto poético (el humor como herramienta para lograr resultados
La psicóloga española Almudena García Matías se ha dedicado al estudio
de la risa y el sentido del humor como terapia y como una poderosa
herramienta para curarnos del estrés y poder llevar una vida más sana,
en Internet podemos acceder a su página y revisar algunos artículos
que esta autora ha publicado.
Resulta muy lamentable que comúnmente sea confundido el buen humor con
la falta de rigurosidad profesional. Muchas personas al verse
defraudados por un mal servicio, o derechamente al haber sido
estafados comentan con gran extrañeza "pero si se veía tan serio", en
el fondo quieren decir "se veía tan profesional, tan competente". El
buen humor no saca a nadie de su estatus, por el contrario engrandece.
Un buen sentido del humor nos ayuda a propiciar o mantener un clima
emocional positivo con quienes nos rodean, nos permite distendernos y
sentirnos más cómodos y relajados.
El humor nos da la posibilidad de una meta observación, de una
segunda mirada que puede servir de contraste, permitiéndonos acceder a
una perspectiva mas global de la situación.
De esta forma un buen sentido del humor no solo puede ser una efectiva
herramienta en nuestro contacto con nuestro entorno; sino que también
con nosotros mismos. El humor no nos saca del mundo de los adultos,
por el contrario nos permite una nueva mirada; y puede ser una gran
herramienta para curar nuestras viejas heridas.
Por otra parte, postulamos que el sentido del humor bien orientado
supone habilidades de tipo cognitivas o intelectivas, puesto que
requiere rapidez en el procesamiento de la información, agudeza
perceptiva, asociación de conceptos, uso de analogías, por nombrar
algunas. "El poder intelectual de un hombre, se mide por el humor que
es capaz de utilizar" (Friedrich Nietzsche)
Incentivemos el desarrollo de un sentido del humor inteligente que nos
ayude a la creación de nuevas relaciones entre los niños y su entorno.
Hagamos un pacto de amistad con el humor y perdamos el miedo a la
producción de nuevas formas de entender el desarrollo de nuestras
potencialidades.
- Incentivar a los alumnos a trabajar en distintos grupos,
fortaleciendo la integración con la totalidad de compañeros.
Cuando pensamos en educar todos sabemos que esto va mucho mas allá de
la entrega o transmisión de contenidos de orden técnico o teórico.
Cuando educamos estamos ayudando a la formación de personas únicas,
con sus propios rasgos y características (tanto físicas como,
cognitivas, afectivas, etc.), si consultamos el diccionario acerca del
concepto "educar" este nos señala: "Desarrollar o perfeccionar
facultades y aptitudes o capacidades (del niño o adolescente) para su
perfecta formación adulta".
Todos los niños y niñas tienen capacidades y aptitudes y un potencial
de desarrollo al que debemos saber sacar partido para obtener logros
en el aprendizaje. Ahora bien, NO todos los niños aprenden al mismo
ritmo ni de la misma forma, por tanto nuestra tarea es nivelarlos en
sus áreas más débiles y potenciar al máximo las capacidades en las que
destacan. La posibilidad de que los niños puedan interactuar en
diferentes grupos les permite complementar las propias capacidades y
aprender de la experiencia de sus pares, estos pueden actuar como
modelos activos en el proceso educativo.
Abordaje individual
De la misma forma en que es relevante apoyar y cautelar la dimensión
social de los niños y niñas, debemos preocuparnos por ser capaces de
generar espacios de encuentro con cada uno de ellos, en algunos casos,
simplemente, para felicitar o reforzar una conducta o actitud que
presentó; y en otros para prestarle un apoyo mas cercano frente a una
dificultad o alguna situación que hemos detectado como problemática o
conflictiva para él o ella.
Hablamos aquí de un espacio de encuentro cara a cara, con un debido
resguardo por un mínimo de privacidad, no todos los casos requieren un
período de tiempo prolongado de atención; pero en estos encuentros
debe sentir el niño o la niña, que su asunto ocupa el centro de
nuestra atención y que nuestra intención no es otra que la de ayudar.
Para estos espacios es recomendable: llamar al niño o niña por su
nombre, poner atención en el tono de nuestra voz, hacerle sentir que
su asunto ocupa el centro de nuestra atención (¡y que así sea!), que
nuestra postura física denote una cierta igualdad; para ello
intentemos que nuestro rostro esté a una altura semejante a la de él o
ella, si creemos que el asunto de que se trate, deberíamos
comentárselo a los padres; consultémosle su opinión, ello nos puede
entregar información complementaria como contexto.
Integrar la experiencia de ser niños a la clase.
Durante un tiempo relativamente proporcional al que los niños pasan en
la escuela, lo pasan en sus casas con familiares y amigos; y gran
parte de este tiempo lo gastan en jugar y ver tele, por tanto estas
son las fuentes experienciales de las que se nutren y con cuyas
bromas, temas, y modas llegan a la sala de clase.
En ocasiones el sistema educativo quisiera establecer un corte
ficticio entre estas dos realidades; pero en la práctica ello no
resulta.
Si bien los niños deben incorporar la noción de rol al participar del
sistema educativo, vale decir: desarrollar un repertorio conductual
apegado a las expectativas normadas de éste, creemos que existen
iniciativas y experiencias que son rescatables; y que son replicables
y hasta perfectibles, como la de acercar afectivamente estos dos
"mundos" por los que transitan los niños en su cotidianeidad
incorporando en el entorno de la sala de clase objetos simbólicos
significativos que conecten la vida escolar con la vida en la casa, la
población o barrio.
Un particular cuidado debe tenerse en cuenta al escoger dichos
objetos, dado que podríamos enfrentarnos a situaciones no deseadas
fruto del insaciable espíritu de juego que caracteriza a nuestros
niños, por ejemplo: si ponemos en un panel fotografías de la familia
de cada uno; alguien podría pintar bigotes o anteojos al rostro de el
papá o la mamá de otro, por ello es recomendable buscar en un comienzo
objetos mas neutrales, como una hoja de un árbol de tu calle, un
dibujo del lugar en que te gusta jugar, una ficha con los nombres de
las calles más cercanas a tu casa, etc.
En suma:
Participación, refuerzos sociales, dinámicas no amenazantes,
alternancia entre los protagonismos individuales y grupales,
delicadeza y prudencia en las palabras con que describimos (a los
demás y a nosotros mismos) la realidad que percibimos, el uso
didáctico del error, el buen humor, la generación de espacios
creativos, la innovación en las maneras de evaluar aprendizajes, el
uso pedagógico de actividades lúdicas, la fluidez de comunicación con
la familia de los estudiantes, integrar las vivencias y capitales
culturales que traen los y las estudiantes, la conexión e integración
de la propia historia personal en la vocación, así como el
autocuidado, parecen ser algunos de los muchos elementos o
ingredientes de la generación de un clima afectivo positivo en la sala
de clases.
Puede sonar algo complejo o inasible, porque al deconstruir un
fenómeno de pronto los elementos constitutivos se nos vienen enzima a
quemarropa. Pero al integrarse estos conceptos, de manera
significativa, a nuestras prácticas profesionales, se traducen en
formas naturales y espontáneas de hacer y pensar.
Cada párrafo de este artículo, abre un abanico de conversaciones
complementarias. En eso precisamente consiste la labor que
desarrollamos a diario frente a docentes, directivos, apoderados y
estudiantes; este es nuestro barco que navega por las procelosas pero
fascinantes aguas del devenir de la educación.
martes, 13 de abril de 2010
LÍMITES Y PERMISOS, LA BRECHA ENTRE EL CARIÑO Y LAS NORMAS
siendo estrictos o dejándolos que hagan lo que quieran?
¿es bueno que los niños tengan límites en el hogar?
Si usted se ha hecho estas u otras preguntas parecidas, aquí hay
algunas ideas que le interesarán.
¿QUE ES UN LÍMITE?
Es una restricción en algo que el niño o niña quiere hacer, una guía
que le señala lo que se espera de él. Un límite no es un atentado
contra la libertad o creatividad de los niños, por el contrario es una
invitación a hacer cosas nuevas.
Cuando le decimos a nuestros hijos: no hagas eso, , siempre debemos
proponer otra alternativa, si el niño siente que somos caprichosos,
considerará que los límites son injustos, por ejemplo si decimos a un
niño: no veas tanta televisión, debemos proponerle que haga otras
cosas como ayudar a su papá a hacer algo, o jugar con su hermanita,
proponerle que dibuje sus juegos favoritos, etc.
Cada familia encuentra su propia manera de guiar a sus hijos, algunos
padres prefieren ser rígidos y determinantes para poner límites; Otros
confían en que los niños sabrán regular solos sus conductas; Y otros
preferirán acompañar a sus hijos para tomar acuerdos sobre los límites
que serán impuestos.
Lo cierto es que un niño con límites adecuados podrá: desenvolverse
con mayor seguridad con los adultos y otros niños, comprender que la
vida social establece normas y un orden que nos permite la
convivencia, aprovechar sus capacidades y valorar las de los demás y
en general integrarse a un mundo acelerado y diverso.
PADRES AUTORITARIOS
Se han llamado de esta forma a aquellos padres que se relacionan con
sus hijos en base a normas muy estrictas, haciendo notar todo el
tiempo que son ellos los que ponen los límites y que solo obedeciendo
se evitarán los castigos. Estos padres no tienen ningún problema en
retar a sus hijos o castigarlos frente a otros adultos o niños, sin
considerar la humillación que ello significa.
En general sus hijos son obedientes, pero ello no es gratis, aparecen
consecuencias a nivel de sus emociones y conducta: son niños que se
muestran tristes, su autoestima es baja, se sienten inseguros de las
cosas que pueden lograr, no hacen sus quehaceres escolares porque les
gusta ni porque quieran aprender, lo hacen por temor al castigo.
Estos niños aprenden que a sus padres no se les puede hablar de todo,
ni se les puede contar todo, sienten temor de que se puedan enojar, no
se sienten escuchados. Incluso llega un punto en el que no se atreven
ni siquiera a mostrarse cariñosos con ellos, por temor a las
descalificaciones.
Estos niños en la escuela, tienden a mostrarse agresivos, peleadores,
desconfiados, inseguros de sus capacidades, de mal carácter, tristes,
pueden llorar y querer irse para su casa a media mañana. En cuanto a
sus afectos, pueden comenzar a buscar aceptación y muestras de cariño
en otros círculos fuera de su casa como su grupo de amigos u otros
adultos.
PADRES PERMISIVOS
Estos padres evitan al máximo tener que poner reglas u ordenar algo a
sus hijos. Si imponen un castigo, luego van y lo levantan para no
sentirse culpables. Muchos de ellos han tenido una crianza estricta y
temen dañar a sus hijos al retarlos o aplicar disciplina.
Los hijos de estas familias reciben mucho cariño, pero no aprenden a
reconocer cuando parar, sus padres los dejan decidir todo, incluso en
situaciones en las que los niños no saben qué hacer, por ejemplo les
preguntan ¿y a qué hora te vas a acostar? ¿A qué hora quieres tomarte
la leche? ¿nos vamos ahora, o mas rato para la casa? ¿y en que lugar
de la mesa quieres que se siente tu tía? Etc. Por supuesto, es bueno
conversar con los niños, preguntarles su opinión, pero pedirles que lo
decidan todo no es lo mas recomendable. hay momentos en los que la
opinión de los padres debe ser la definitiva. Estos niños, con el
tiempo pueden comenzar a ponerse muy contestadores, caprichosos, y
cuando sus padres necesiten realmente imponerles una regla como hora
de acostarse, de comer, de hacer las tareas, o levantarse para ir a la
escuela, se encontrarán con pataletas incontrolables. Estos padres,
evitan retar o detener a sus hijos cuando hacen algo no adecuado como
romper cosas en otra casa, arrojar objetos a la cara de las visitas, o
insultar a un adulto, simplemente lo dejan hacer o ignoran lo
sucedido. Incluso hay padres que evitan ir a otras casas y se excusan
diciendo: "no voy a tu casa, porque ¡tu sabes como son mis hijos"".
En la escuela, pueden tener conflictos con sus compañeros o
profesores, dificultades para adecuarse a las normas y horarios,
pueden querer irse a su casa a media mañana, ser desconcentrados, etc.
PADRES DEMOCRÁTICOS O AUTORITATIVOS
Se ha llamado así, a aquellos padres que aún siendo cariñosos y
comprensivos, entregan reglas claras de comportamiento a sus hijos.
Ellos acompañan a los niños a que cumplan con lo que se les pidió, no
ejercen amenazas ni utilizan la culpa para controlar. Son padres que
escuchan las opiniones de sus hijos y los orientan con la suya.
Reconocen los logros y las buenas conductas, confiando y reforzando
que siga siendo así. Son padres que evitan parecer caprichosos, dan
razones de las cosas que hacen o las decisiones que toman. Dan
ejemplos al explicar o transmitir una enseñanza a sus hijos, mantienen
un buen humor, no escandalizándose o convirtiendo cualquier situación
en un problema o conflicto. Hacen cosas en conjunto con sus hijos,
participan de sus juegos o intereses. Explican de buena manera a sus
hijos las consecuencias de las cosas que hacen, por ejemplo les dicen:
"ordenemos tus juguetes, para que nadie se valla a tropezar y para que
la casa se vea ordenada" en lugar de decir: "mira como tiene ahí todo
tirado este desordenado".
Estos padres, tienen expectativas realistas sobre lo que pueden lograr
sus hijos, no los atormentan con peticiones angustiantes, como: ganar
todos los premios en el curso, ser el que gane lejos con sus notas,
ser el mejor deportista, etc. Reconocen sus propios límites y
errores, son capaces de decir: "creo que me equivoqué". Aceptan el
error en su hijo o hija, conversando sobre el tema, dando la
oportunidad de que se corrija sin avergonzarlo, entendiendo que, ellos
mismos han aprendido grandes lecciones cometiendo errores.
Estos niños son mas seguros para valerse por sí mismos, miden las
consecuencias de sus actos, tienen claro lo que se espera de ellos,
cumplen las normas porque están de acuerdo con ellas, no por temor a
los castigos, conversan con sus padres y no exigen cosas de manera
caprichosa, confían en sus habilidades y aceptan que no pueden ser
buenos en todo lo que hacen; pero que hay áreas en las que pueden
destacar.
En la escuela, logran hacer buenos amigos, son sociables, confían en
sus profesores y se acercan a ellos, se interesan por los demás,
descubren sus áreas de interés.
ALGUNOS CONSEJOS
El poner límites a los hijos, no significa tomar una actitud fría y
distante, por el contrario, supone buen humor, capacidad de jugar, y
por sobre todo ser afectuosos.
Tratar con respeto a los hijos, es mirarlos tal como son, es decir:
niños que están formándose y que tienen a los adultos que les rodean
como modelos.
Antes que ser amables y simpáticos con los extraños, comencemos hablar
con los hijos de manera cercana y con un tono de voz dulce.
Si solo les entregamos órdenes y retos, no llegaremos a conocer sus
necesidades o intereses, por eso acostumbrémonos ha escuchar mas que
hablar, a preguntar mas que sermonear.
Para nadie es agradable ser retado o humillado en público, si debe
retar o castigar a su hijo, hágalo en privado.
No cambie sus criterios de disciplina, por ejemplo: si un día retó a
su hijo (a) por decir un garabato, no puede después reírse cuando lo
hace en otro lugar o frente a otras personas.
No ocupe diferentes reglas entre hermanos o niños en una casa.
No haga comparaciones entre hermanos, todos tenemos ritmos y formas
diferentes de ser.
No permita que un momento de rabia de su hijo lo contagie a usted, si
él o ella le grita: "eres malo, no me quieres", recuerde que debe
mantener una actitud serena. Usted puede decirle: "tu me dices eso
porque estás enojado, pero cuando estés mas tranquilo podemos hablar".
Recuerde que para provocar cambios en los niños, se deben hacer
cambios en las RUTINAS FAMILIARES, y para lograrlo deben estar de
acuerdo los adultos en primer lugar.
Solicite ayuda, acérquese a equipos como el de el programa Habilidades
Para La Vida (HPV) en Quillota fono 269018, así podrá recibir la
opinión de personas que trabajan con numerosas familias y que han
investigado sobre el tema.
LECTURAS RECOMENDADAS
La revolución educativa (Jaime Barilko)
La difícil tarea de conciliar familia y trabajo (Mónica la Raín)
Algunas pistas para ser papá en el siglo 21 (Octavio Justiniano y
Eduardo Riquelme)
El arte de educar (María Eugenia Sada de Ganem)
¿Qué hago con estos salvajes? Manual para padres desesperados (Adriana
conty 2001)
Ps. Rodrigo Moncada C.
EDUCAR EN FAMILIA
educación es una hermosa tarea que puede ser llevada a cabo por
cualquier padre, solo se necesita paciencia, cariño, dedicación y es
algo que nos traerá felicidad y satisfacciones. REEDUCAR es mas
complejo, se requieren mas recursos, requiere un equipo de personas
trabajando junto a la familia para lograr mejorar o corregir las
dificultades producidas por una formación con errores o debilidades,
además no todas las familias estarán en condiciones de hacerlo.
La antigua idea de familia ha ido cambiando, antes existían estilos de
disciplina mas autoritarios, se prefería que los hijos fueran
silenciosos y obedientes; La familia actual debe preparar a sus hijos
para un entorno en el que necesitan contactarse con los demás, saber
expresar sus ideas, conocer sus intereses y saber buscar por sí mismos
la información y las ayudas que les puedan ser útiles. Algunos padres
se olvidan de los tiempos en que viven, hablan con sus amistades de la
importancia de la familia, del respeto, de que "los niños son el
futuro"; pero "en su casa viven a la antigua", se comportan de manera
caprichosa, imponiendo reglas y luego retirándolas, dejan explotar
todo su mal genio y no se percatan de los intereses o gustos de sus
hijos; y lo que es mas grabe, no se enteran de la imagen que éstos se
están formando de sus padres.
PELEA LA PAREJA, NO LOS PADRES
Discutir por diferencias de opiniones es algo muy normal; pero hasta
cuando esto pasa estamos educando a nuestros hijos. Los niños no
deben estar involucrados en las peleas o discusiones de sus padres, y
si no puede evitarse que se den cuenta, es recomendable explicarles lo
que sucedió en palabras simples, sin culpar a nadie, solamente
diciendo lo que se siente por ejemplo: (tu te fijaste que nos enojamos
harto, pero tu mamá y yo queremos que esto se arregle).
Lo importante, es que los niños comprendan que dentro de la familia
pueden producirse discusiones, y hasta podemos enojarnos mucho; pero
eso no significa que no nos queremos.
LOS FINES DE LA EDUCACIÓN
En ocasiones los padres descansan en la idea de que la escuela y la
educación de los niños es un proceso que ocurre sólo, de manera
natural y automática. Ello no es así, cada familia debe preguntarse
¿Qué queremos de nuestro hijo o hija?, ¿Cómo queremos que sea cuando
adulto?.
Usted puede pensar: que desea que sus hijos sean, a futuro, personas
respetuosas, con iniciativa, que sepan seleccionar a sus amistades,
que les guste estudiar, etc. La forma de enseñarles estas cosas es
mostrándoselo con su propio ejemplo.
A los niños no les enseñaremos mucho, ni los convenceremos con largos
sermones (recuerde cómo se ponía usted mismo cuando un adulto le daba
un discurso).
Un niño aprenderá a respetar: cuando ve que sus padres respetan a
otros, y cuando se respetan entre ellos mismos.
Un niño aprenderá a hacer sus tareas con interés: cuando ve que sus
padres se muestran interesados por su experiencia como estudiante,
cuando sus padres le ofrecen ayuda; no cuando escuchan a los adultos
de su familia decir cosas como -"para mí matemáticas siempre fue una
pesadilla"-.
Un niño aprenderá a tener iniciativa y a ser creativo cuando: le
permitimos experimentar por sí mismo, escuchamos sus ideas, nos
interesamos por sus opiniones, cuando le comentamos que cometió un
error; pero que eso le servirá en adelante para no volver a hacerlo,
cuando eliminamos de nuestras bocas preguntas como "¿de dónde sacaste
esa tontera que estás diciendo?"
CUIDARSE UNO, PARA CUIDAR A LOS DEMÁS
Cuando los padres gritan mucho, se enojan gran parte del día o
permanecen con expresión molesta y puños apretados, cometen al menos
dos errores:
Uno, no logran cambiar la conducta de sus hijos, solo generan un clima
de resentimiento y ponen un muro de incomunicación.
El segundo error, es que se hacen daño a sí mismos. La rabia, el
enojo, la angustia y otras expresiones emocionales semejantes, afectan
directamente la salud de la persona. Hay órganos del cuerpo que se
pueden deteriorar seriamente por causa de nuestros estados de ánimo
(estómago, corazón, cerebro, etc).
Muchas tareas de la crianza requieren paciencia, dedicación,
sacrificio; pero ante todo: buen humor.
CIUDAD EDUCADORA
Estudiar no significa necesariamente SENTARSE EN TORNO A UNA MESA CON
PAPEL, LÁPIZ Y ACTITUD SERIA. en un recorrido por nuestras calles
podemos encontrar formas sencillas y entretenidas de aplicar las
materias de clases. Las figuras geométricas, los movimientos de los
planetas, palabras nuevas, las cosas que ocurrieron en el pasado, y
tantas otras, se encuentran repartidas por todas partes.
Nosotros, como adultos, podemos recordar muchas experiencias por las
que hemos pasado, talvez sabemos lo que es entrar a un museo, lo que
es ir a un concierto, a una obra de teatro, o simplemente a caminar
por el campo o junto al mar; pero ¿compartimos estas experiencias con
nuestros hijos?
¿Por qué esperar a que las vivan con otras personas o por sí solos?
El compartir éstos u otros espacios de convivencia con los niños, nos
abre puertas a su mundo interior, nos acerca más, y por supuesto nos
prepara el camino para cuando halla que ponerse serios y estudiar con
libros.
Ahora, si usted mismo no ha tenido oportunidad de visitar lugares como
los mencionados: tómese el tiempo de disfrutarlos junto a sus hijos,
existen en nuestras ciudades rincones para asombrarse (parques,
plazas, museos, bibliotecas que cuentan con computadores conectados a
Internet, exposiciones de manualidades y arte, conciertos, charlas,
cursos para manejar técnicas o tocar instrumentos musicales, grupos de
danza, y un largo etc de posibilidades que no requieren invertir mucho
dinero, o que son sencillamente gratis) solo debemos informarnos sobre
dónde están.
Recuerde que educar y formar a nuestros hijos, se hace en familia y en
espacios cotidianos.
Ps. Rodrigo Moncada C.
lunes, 12 de abril de 2010
Mejor que los favoritos o los marcadores.
periódico en línea, , o hay páginas que de tanto en tanto revisas para
ver si tienen novedades, esto te interesará.
Economiza tiempo: sindícalo o agrégalo.
Sólo enuncio el tema porque si buscas en Google encontrarás miles de
sitios con cosas como: "pasos para sindicar", "agrega sitios de manera
fácil", etc.
En términos simples es: avísenme cuando el sitio que me gusta tiene
algo nuevo que me pueda interesar.
En el portátil que uso habitualmente, solo hago lo siguiente:
1: Estoy en una pagina, blog o sitio que me resultó atractivo y, deseo
seguir visitando en el futuro.
2: Presiono la tecla alt más la tecla J, de inmediato y muy
intuitivamente me ofrece agregar el sitio ¡y listo, eso sería!
3: Ahora, cuando lo deseo, abro el Explorer 7 (en mi caso) presiono
las teclas control más J y de inmediato me aparece la lista de sitios
que he sindicado, avisando cual de ellos tiene un nuevo artículo o
noticia que no he leído.
Hay agregadores gratuitos que se descargan o instalan, así como otros
que envían la información a tu correo; pero investiga (que yo también
estoy en ello) usa el que más te acomode, no pierdas tiempo abriendo
sitios que quizás no tienen nada nuevo y optimiza tu tiempo.
Cuando una página permite el uso de esta cómoda herramienta lo indica
llamativamente o para quienes usamos lectores de pantalla como JAWS o
NVDA, nos suena un tono configurable en el Explorer o Firefox, según
sea el caso.
Si lo ves de manera práctica la ventaja es:
Que de una mirada puedes saber si hay algo nuevo que leer o descargar
en tus sitios preferidos.
Espero te sea útil.